Siéntense y prepárense un té de tilo porque vamos hablar de la joda que había en el Insssep y la pagabámos todos los chaqueños. Les aseguro que se van a caer de espalda.

El Ministerio de Trabajo citó a la entidad gremial del Instituto. Esperan llegar a una conciliación obligatoria sobre la situación de los contratados de obra del denominado “operativo retirada” de la gestión anterior.

Esa movida significó la aprobación a última hora en el gobierno de Capitanich para el ingreso de 125 personas a planta a pocos días del traspaso de mando.

La Justicia desestimó los planteos del gremio respecto a decisiones del directorio actual. 

El amparo había sido presentado por la Asociación Gremial del Personal del Instituto de Seguridad Social, Seguros y Préstamos con la firma de Zulema Verón de Coria, secretaria general del gremio, y de Isabel Gómez de Marastoni, secretaria adjunta, quienes en el escrito solicitaban que se declare ilegal la resolución 7210 del 15 de diciembre de 2023 emitida por el actual directorio.

En ése instrumento, las nuevas autoridades suspendieron temporalmente los efectos de los actos administrativos del directorio anterior relacionados con transferencia de personal, ingresos a la planta permanente, promociones, contrataciones y bonificaciones, todo esto entre el 19 de septiembre y el 8 de diciembre del año pasado.

Ahora la pregunta es: ¿Qué está defendiendo el sindicato liderado por la señora Zulema Coria? 

Resulta que ahora se sabe que con la anterior administración todos los trabajadores activos, el personal contratado de obra y otros contratados cobraban bonificaciones o retribuciones extraordinarias complementarias al sueldo por el Día del Trabajador, por el Día del Padre, por el Día de la Seguridad Social, por el Día de la Madre, por el Día del Empleado Público, por el cumpleaños del perro, del gato y del loro.

O sea, cada día en el Insssep era una joda y todos cobraban todo.

Pero a los prestadores y proveedores no les podía pagar.

Le pregunto a usted, jubilado que aportó, que se rompió el lomo, cuando se va a la farmacia y le dicen que no, que no hay remedios ¿Por qué? Y se lo respondo: no hay medicamentos porque hay que pagar la fiestita. 

Ahora la situación es distinta. Estas cuestiones fueron ya observadas por el Tribunal de Cuentas incluso con alcance de cargos.

La nueva presidenta del Insssep, la profesora Irene Dumrauf, trabaja para eliminar todo esto, obviamente, con cuestionamientos por parte del sindicato, que quiere que el Insssep siga pagando la joda.

No solamente eso. El gremio pretende la renovación de 125 contratos de obra para alcahuetes y ñoquis que fueron otorgados el 4 de diciembre y con retroactividad a noviembre retribuyendo así favores políticos y, por qué no, de otro tipo.

Teniendo en cuenta causas pasadas que investigó o investiga la Justicia, habría que poner el foco en varias cuestiones.

Pero volviendo a los contratos que el sindicato quiere que se efectivicen hay que remarcar que algunos de esos vínculos implican sueldos de más de 1 millón de pesos y nadie sabe a ciencia cierta quiénes son esos “empleados”.

En los años anteriores en el Insssep la joda era tal que algunos empleados que participaban en las olimpiadas que organizaba el Instituto cobraban una especie de premios para viajar por el país o incluso al exterior para “competir”.

Sí. Los chaqueños les pagábamos la participación en estos juegos a empleados que no iban a la Isla del Cerrito o El Paranacito a jugar al voleibol o carrera de embolsados, eh. Se iban, oh casualidad, a lugares turísticos. Y salía todo de nuestro bolsillo. Miles y miles y millones de pesos.

Por eso es que el Insssep tiene una deuda cercana a los 12 mil millones de pesos. 

Y esto es lo que hace que usted, afiliado al Instituto, pueda acceder a una atención médica de calidad, dentro o fuera de la provincia.

Es la fiestita del Insssep que por años pagamos todos y que como algunos no quieren que se termine convocan a paros y otras medidas de fuerza. 

Y lo de la fiesta es literal porque también de las arcas del organismo salía la plata para pagar la fiesta de fin de año de los empleados. Champagne, catering, regalos, premios…

Hasta los empleados cobraban tickets de refrigerio, cobraban adicionales inexplicables en junio y diciembre aparte del aguinaldo.

Así, no hay obra social que aguante.

Surgen más preguntas. 

¿Por qué no hay nadie preso por todo este descontrol con fondos públicos?

Lo ideal sería que mientras se investigue todo esto, principio de inocencia mediante, se congelen ingresos y hasta se pueda avanzar con la devolución de estos ingresos privilegiados.

Mientras tanto, no hay remedios en la Farmacia del Insssep.

Mientras tanto, médicos corruptos y ladrones, unos verdaderos sinvergüenzas, chantas, siguen cobrando religiosamente el plus a los afiliados. Y ya no son 3 mil pesos, algunos ya piden 10 mil pesos por una simple consulta cuando la mínima que percibe un jubilado a gatas supera los 120 mil pesos.