Al principio, la esperanza que daban los fríos cálculos numéricos relacionados al tiempo, cantidad de aire etc, etc calmaban la angustia y la incertidumbre de los familiares que de apoco se acercaban desde diferentes puntos del país a la base naval y de todos los que, día a día, oraban para que la buena noticia llegara… pero lamentablemente hasta el momento no fue así.
Los días pasaban, la ayuda internacional llegaba para colaborar con la búsqueda pero el reloj a su paso sentenciaba el resultado final e iba matando la esperanza que quedó herida de muerte por las palabras del vocero de la armada Enrique Balbi quien confirmaba “que hubo una anomalía hidroacústica detectada en el área de operaciones”, para ser claros podría ser una explosión.
Desde ese momento las hipótesis fueron muchas, hasta inclusive se llegó a decir que el submarino argentino realizaba tareas de espionaje y que fue hundido por una nave inglesa, algo que desde la Armada desmintieron. 

A pesar de eso la búsqueda continuó por mar y por tierra ¡sí por tierra!
La lógica dice que somos los adultos los que debemos enseñar a los niños con el ejemplo pero, miles de veces son ellos los que lejos de las miserias e intereses de los grandes y con la inocencia que los caracteriza, nos enseñan a nosotros.
Tan impactante fue lo del ARA San Juan que hasta la pequeña Iris, desde Pcia Roque Sáenz Peña, Chaco, quiso colaborar con la búsqueda del submarino y decidió hacer algo similar a un identikit para ver si alguien… por las dudas lo veía por ahí. “Se busca un submarino, ARA San Juan, con 44 héroes perdidos” dice el conmovedor dibujo de la pequeña que dejó boquiabierta e impactó a quien escribe, cuando lo vió pegado en la cartelera de novedades de la Fiscalía de la ciudad.
La noticia del submarino perdido conmovió al mundo, no es común que un navío de este tipo se pierda en el fondo del mar… o sí; lo que no es normal es que la ambición y la corrupción política sigan llevándose la vida de los argentinos en forma masiva y lo peor es que nos acostumbremos a eso, a que con el tiempo todo quede en el olvido.
Dicen que para muestra basta un botón y lamentablemente en Argentina tenemos varios botones para mostrar Cromañón, la Tragedia de Once, los Gendarmes en Jujuy… el ARA San Juan; víctimas todos ellos de ese combo nocivo que no solamente se llevó sus vidas sino también la de sus familias.
Como sociedad merecemos conocer qué pasó, es un derecho y tenemos que seguir buscándola de cualquier manera, así como Iris buscó por tierra y a más de 1200 km al submarino perdido en el fondo del mar.

Publicado en Diario "TERMAL"  de Sáenz Peña