Un día como hoy, pero de 1839, la Academia de Ciencias de Francia fue testigo de una revolución que hoy se recuerda con el Día Internacional de la Fotografía. Louis Daguerre presentó de forma oficial su invento: el daguerrotipo. Este complejo proceso permitía fijar una imagen sobre una superficie de plata pulida, marcando el nacimiento oficial de la fotografía.

La fecha no solo fue histórica por la presentación, sino por una decisión sin precedentes. El gobierno francés, en un acto de gran magnitud, liberó la patente de la tecnología. Declaró que el daguerrotipo era un "regalo para el mundo", permitiendo que cualquier persona, en cualquier lugar, pudiera utilizarlo libremente.

El invento tenía ya un ícono. Un año antes, el propio Daguerre había capturado la que es considerada la primera fotografía de la historia. La imagen mostraba el Boulevard du Temple en París, y aunque la larga exposición borró el movimiento, logró inmortalizar la silueta de un hombre detenido mientras le lustraban sus botas.

Desde aquel lejano 19 de agosto, la fotografía se transformó en una herramienta fundamental. Se convirtió en el pilar para la documentación histórica, permitiendo conservar con veracidad incontable momentos cruciales para la humanidad.

Simultáneamente, nació una nueva forma de arte. La cámara se transformó en un pincel de luz, dando lugar a un poderoso medio de expresión artística, comunicación y denuncia social que trasciende las palabras.

Hoy, en el Día Mundial de la Fotografía, se conmemora ese hito que cambió para siempre nuestra percepción del tiempo y la memoria. La fecha invita a celebrar el poder de una imagen para contar historias, evocar emociones y congelar instantes de belleza en lo cotidiano.

La efeméride es un homenaje a todos quienes, con cada clic, capturan un fragmento único de la realidad y lo comparten con el mundo, continuando la escritura de esta historia que comenzó con un destello de plata en París.