Cada 2 de octubre en Argentina se conmemora el Día Nacional del Recolector de Residuos, una jornada instituida para rendir homenaje a quienes realizan una tarea fundamental en nuestras ciudades: mantenerlas limpias, ordenadas y saludables.

La fecha fue establecida mediante la Ley 24.854, sancionada por el Congreso Nacional el 18 de junio de 1997 y publicada en el Boletín Oficial el 23 de julio del mismo año. Esta norma define el 2 de octubre como día no laborable para los recolectores y barrenderos, procurando reconocer formalmente su labor en todo el país.

¿Por qué este reconocimiento?

Los recolectores de residuos realizan una función esencial para la salud pública y la higiene urbana: sin su trabajo, los desechos se acumularían en calles y espacios públicos, generando riesgos sanitarios.

Mantener la limpieza urbana no sólo es estética: tiene implicancias en el control de enfermedades, plagas y el bienestar de la comunidad.

El día sirve también para concientizar a la ciudadanía sobre cómo colaborar: separación de residuos, no arrojar basura inapropiada, respetar horarios de recolección.

El Día Nacional del Recolector de Residuos no es solo una fecha simbólica: es una oportunidad para visibilizar el esfuerzo cotidiano de quienes muchas veces pasan inadvertidos, pero que sostienen la limpieza y el orden de nuestras ciudades. Es un momento para agradecer, valorar y también reflexionar sobre cómo cada uno -como ciudadano- puede colaborar: separar correctamente los residuos, no arrojar basura en lugares inapropiados y respetar horarios y normativas locales.