Una pueblada de dimensiones sacudió la noche en Corrientes y escaló la tensión en la que vive esa provincia desde hace más de dos semanas por la desaparición de Loan Peña.

Una cobertura exclusiva de Alerta Urbana en el lugar en el que se desató la bronca de la gente mostró una realidad que ni siquiera los medios nacionales pudieron exhibir y los provinciales no quisieron.

El blanco de la manifestación popular del domingo por la noche fue uno solo: el gobernador correntino Gustavo Valdés.

El hecho de que hayan apedreado y destruido una casa de huéspedes en la que se alojaba Laudelina Peña, la tía de Loan que declaró como testigo afirmando que al pequeño lo chocaron y lo enterraron en el monte, fue anecdótico.

El estallido tuvo como destinatario al hombre más poderoso de Corrientes, la misma persona que desde hace más de siete años conduce la provincia con puño de hierro y al mismo que parecía que no había bala posible que le entrara.

La gente que se manifestó el domingo en el frío, que dejó todo lo que estaba haciendo para ir a protestar, entendió una sola cosa: que la declaración de Laudelina fue una maniobra de Valdés para desviar la investigación de la trata de personas y el narcotráfico en el caso Loan.

Es que la figura del gobernador se encuentra en el foco de las miradas por su estrecha relación personal con el abogado José Codazzi, acusado de buscar en 9 de Julio a la tía de Loan y llevarla a declarar en el Justicia provincial, aún cuando la causa ya transita el fuero federal hace días, y -según el relato de los vecinos- persuadirla en sus dichos. 

La ira y la bronca popular en Corrientes fue el resultado de una arriesgada maniobra del mandatario, que ahora enfrenta su peor momento desde que tomó el poder.

Si bien el propio Valdés ya no puede ser reelecto en 2025, sus planes de poner a dedo a su hermano Juan Pablo podrían irse a pique.

Y el gobernador correntino sabe muy bien qué pasó en junio -hace exactamente un año- en el Chaco, donde un caso similar le costó la cabeza a Jorge Capitanich y a 16 años de reinado político.

“Mafia”, “que renuncie”, “no a la trata”, “que se vaya” y “que no nos tomen de pelotudos” fueron algunas de las frases o palabras que resonaron con fuerza en la manifestación de anoche frente a la casa de huéspedes de la calle Gutiérrez al 2.876 de la capital correntina.

La gente también hizo hincapié en casos anteriores, en causas silenciadas desde hace mucho tiempo en la provincia e  incluso mencionaron a la periodista Griselda Blanco, asesinada en Curuzú Cuatiá, cuando investigaba, vínculos de políticos y policías con expedientes de abuso y corrupción. 

Las partes involucradas en esta nota tienen su correspondiente derecho a réplica, comunicándose con la producción del programa Alerta Urbana de lunes a viernes de 9 a 13 a los teléfonos 3624-100411 / 3624-622442

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