La realidad, una vez más, supera a la ficción en la provincia de Tucumán. Con un guion que parece sacado de la clásica comedia argentina "Esperando la Carroza", un velorio se transformó en un caótico reencuentro familiar cuando el "fallecido" irrumpió en la sala al grito de "¡Estoy vivo!". El insólito hecho ocurrió en la localidad de Villa Carmela y dejó a todos los presentes en estado de shock.

La escena, que recuerda a la icónica película de Alejandro Doria, comenzó con una tragedia. Un joven de 22 años, al que su familia había dado por muerto tras un fatal accidente de tránsito, era velado en su hogar. Las autoridades habían entregado un cuerpo a la familia, que lo reconoció por su vestimenta y algunas características físicas, sin realizar la verificación de ADN.

Sin embargo, a mitad del velorio, cuando la familia se preparaba para el último adiós, el joven, que se había ausentado de su casa por varios días, reapareció. Su repentina llegada desató el caos. Según testigos, la sorpresa inicial se convirtió en un torbellino de emociones, combinando el alivio de su familia y el asombro de los vecinos.

Tras el bochornoso error, la Justicia fue notificada de inmediato. La policía local se encargó de trasladar el cuerpo del hombre sin identificar de nuevo a la Morgue Judicial, mientras se inició una investigación para determinar cómo se produjo la equivocación. Este increíble suceso ha puesto de manifiesto la falta de protocolos de identificación y, al igual que en la película, ha provocado un debate sobre el drama que viven muchas familias, en este caso, con problemas de adicciones de sus hijos.