La inflación en Argentina registró en agosto su tercer salto mensual consecutivo, superando la barrera del 2% según las principales consultoras privadas y a la espera de las cifras oficiales que difundirá el Indec en la tercera semana del mes. 

Este resultado refleja un recalentamiento de los precios por primera vez en cuatro meses, en un contexto marcado por la alta volatilidad financiera y la creciente incertidumbre política en la previa de las elecciones, consignó Ámbito Financiero en un artículo.

El fin de las LECAP generó una abundante oferta de pesos, lo que llevó al Ministerio de Economía y al BCRA a implementar medidas para "secar" la liquidez, como licitaciones de deuda a tasas de hasta el 86% y un aumento de encajes bancarios al 53,5%. 

Si bien esta estrategia logró contener una mayor depreciación del peso, su efecto colateral fue un enfriamiento de la economía: el crédito se encareció y la demanda se contrajo, llevando a los analistas a revisar sus proyecciones de crecimiento para 2025 a la baja, ubicándolas en torno al 4%.

Entre los rubros que más presionaron al alza se destacan los alquileres, la salud privada, los automóviles y los combustibles. Aunque algunos componentes estacionales, como la indumentaria y el turismo, mostraron desaceleraciones, la inflación núcleo (que excluye estacionales y regulados) se aceleró al 1,9%. 

El clima de desconfianza y el "desancla" de expectativas aparecen como factores clave que podrían seguir impulsando los precios en los próximos meses.