Investigadores del Conicet y la Universidad Nacional de San Martín encontraron alteraciones en zonas vinculadas a las funciones ejecutivas y la atención en pacientes con síntomas persistentes, con efectos mayores en los no vacunados

Cinco años después del inicio de la pandemia, los científicos siguen estudiando cómo la infección por SARS-CoV-2 puede dejar secuelas temporales y duraderas en el cerebro, incluso en personas que cursaron cuadros leves o moderados de la enfermedad.

En 2023 comenzaron una investigar si el Covid prolongado está asociado con cambios cerebrales específicos.

Martín Belzunce, coordinador del estudio explicó que analizaron casos de pacientes con síntomas persistentes tras la enfermedad a través de neuroimágenes y evaluaciones cognitivas, en una primera etapa del trabajo, cuyos resultados fueron publicados en la revista BMC Neurology.

Las neuroimágenes mostraron “atrofia leve y cambios estructurales en el cerebro" de las personas que sufrieron Covid prolongado, y esas modificaciones fueron más marcadas entre los no vacunados.

El tipo de análisis que hicieron permite detectar signos tempranos asociados a enfermedades neurodegenerativas. “Lo que observamos no implica necesariamente que haya una asociación con una enfermedad neurodegenerativa. Su impacto aún debe investigarse más”, advirtió.

De 137 personas estudiadas, 109 reportaban síntomas persistentes. En el aspecto cognitivo, no encontraron diferencias marcadas, salvo una leve disminución en una prueba específica de velocidad de ejecución.

Durante los tests cognitivos aplicados, las imágenes cerebrales mostraron atrofia en áreas como el cerebelo, el giro lingual y el precúneo.

El estudio observó, además, una reducción significativa del grosor cortical en las circunvoluciones postcentrales, regiones que también se ven afectadas en enfermedades como el Alzheimer.

Según los autores, “las alteraciones estructurales pueden reflejar efectos sistémicos más amplios más allá de la función cognitiva únicamente”.

La segunda etapa  

La segunda etapa de la investigación comenzó tras obtener financiamiento de la Organización Internacional de Investigaciones del Cerebro (IBRO). “Con Marcela Brocco —quien trabaja en biomarcadores de estrés y salud mental— obtuvimos la financiación para extender la muestra de voluntarios y avanzar en una nueva fase que todavía está en curso”, indicó Belzunce.

La doctora en Ciencias Químicas Marcela Brocco busca validar biomarcadores del Covid prolongado en muestras de saliva. El objetivo es generar una herramienta no invasiva que permita detectar personas en riesgo y evaluar la eficacia de los tratamientos disponibles.

Frente a este panorama, los investigadores argentinos plantean la necesidad de generar marcadores objetivos que permitan distinguir el COVID persistente de otras afecciones neurológicas o psiquiátricas.

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