Óscar Forni, oriundo de Santa Elena, Entre Ríos, ha sido conocido en su comunidad no solo por ayudar a su mamá vendiendo rosquitas, sino también por sus múltiples talentos. 

A sus 18 años, además de su emprendimiento familiar, estudia, tiene un programa de radio en una escuela pública, hace teatro y toca la guitarra. Sin embargo, su vida dio un giro reciente cuando fue objeto de burla mientras vendía su mercadería en la costanera.

Según relató el joven en su cuenta de Facebook, una joven pasó por el lugar mientras él estaba vendiendo y, sin motivo alguno, le gritó "mugriento". Esta actitud lo sorprendió y lo llevó a hacer un descargo en su perfil, donde se mostró indignado por el prejuicio hacia su trabajo y sus esfuerzos diarios.

En su publicación, Óscar expresó: "Les cuento lo que me pasó hoy. Estaba vendiendo rosquitas cerca del balneario y pasa una chica en moto, yo no dije nada, no grité nada, y me dice 'mugriento'. ¿Y por qué me dice mugriento la chica?".

Para Óscar, este insulto reflejó una profunda falta de empatía y comprensión por parte de quienes no valoran lo que implica ganarse el pan cada día. A través de su post, explicó cómo la situación económica y social de muchas personas obliga a trabajar en las calles, sin que eso signifique una falta de dignidad. En su mensaje, Forni continuó:

"¿Por qué me dice mugriento la chica? Si cada uno puede vivir de lo que vende y si no vende no puede llevar el pan a su casa, o si no vende no como en el día o pasado, nadie sabe su situación".

Óscar resaltó que la joven que lo insultó probablemente no comprende lo que significa tener que trabajar por lo que se necesita. A lo largo de su descargo, el joven hizo un llamado a la reflexión sobre los prejuicios que existen hacia quienes luchan día a día para salir adelante con trabajo honesto. 

En sus palabras: "Pero la chica que me dijo mugriento es porque no sabe lo que es ganarse su plata para comprarse lo que quiera porque siempre tuvo todo de arriba. Piensa que la gente que vende en la calle es mugriento, pero es la gente más humilde que puede existir".

El joven emprendedor concluyó su mensaje invitando a quienes lo critican a pensar en la verdadera realidad de aquellos que, como él, no tienen otra opción que salir a las calles a ganarse la vida con sus manos. A través de esta publicación, Óscar también destacó que no se avergüenza de su trabajo y que siempre estará dispuesto a seguir adelante con su emprendimiento familiar, con la esperanza de que algún día las personas comprendan el esfuerzo que hay detrás de cada venta.

Este descargo de Óscar ha generado una gran cantidad de reacciones en redes sociales, donde muchos usuarios han mostrado su apoyo y han elogiado su actitud ante la adversidad. En un contexto donde la juventud a menudo es vista con prejuicios, la historia de Óscar es un claro recordatorio de que el trabajo digno no tiene que ver con el lugar donde se realiza, sino con el esfuerzo y la dedicación que se pone en ello.