La investigación todavía está en curso y en estas horas habrá allanamientos para encontrar el celular que contenía el material y al acusado de haberlo robado. Ya hay una víctima identificada y los detectives intentan dar con otra.

El dueño del teléfono tiene 45 años y permanece detenido en una comisaría de Resistencia, a la espera del posible agravamiento de la acusación que recaerá sobre él: los investigadores sospechan que, además de la tenencia y difusión de imágenes y videos, es responsable directo de los abusos.

“Hasta ahora está detenido por la tenencia, pero tenemos varios indicios de que estamos ante un abusador”

“Una de las menores identificadas es vecina suya. Vive en la esquina y está siendo tratada por especialistas del gabinete científico del Poder Judicial”.

Además de las imágenes, la prueba más contundente contra el sospechoso es que en su casa del barrio Güiraldes fueron encontradas prendas de vestir pertenecientes a la nena, que tiene “entre 6 y 8 años, al igual que la otra menor que estamos intentando identificar”, precisó Escobar. Y agregó: “Son varias imágenes de menores, pero a la mayoría no se le ve la cara. A ellas dos, puntualmente, sí”.

“Ladrón justiciero”, “Ladrón con códigos”, “De víctima a victimario”, fueron algunos titulares empleados por varios medios para hacerse eco del hecho. Sin embargo, a través de fuentes vinculadas a la causa, TN pudo saber que el robo del teléfono nunca existió.

“Este hombre (el detenido) le vendió el celular y una moto a un ‘transa’ para poder comprar droga. Al día siguiente, denunció (en la Comisaría 5° de la capital chaqueña) que le habían robado la moto. Nunca habló del celular”, situó un investigador.

El contenido sobre abuso sexual estaba alojado en la “nube” del detenido, es decir, su plataforma de almacenamiento online. “Antes de darle el celular, sacó el chip y nada más. No restableció el aparato de fábrica ni nada. Entonces, el hombre que lo escrachó se encontró con todo el material, los grupos de WhatsApp y demás”, precisó la fuente.

Alertadas sobre el hecho, funcionarias del gobierno chaqueño contactaron a la ministra de Salud Pública, Carolina Centeno, quien formalizó la denuncia del caso. En paralelo, su par de Seguridad y Justicia, Gloria Salazar, dispuso la apertura de la investigación, que cayó en manos de la Fiscalía Penal N°13, especialista en delitos informáticos y a cargo del fiscal Víctor Recio.

El delito de tenencia de material de abuso sexual a menores de edad -hecho que hasta el momento se le imputa al detenido- está contemplado en el artículo 128 del Código Penal con penas de hasta 6 años de prisión para el que “produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda representación de un menor de 18 años dedicado a actividades sexuales explícitas, o toda representación de sus partes genitales con fines predominantemente sexuales”.

Las escalas penales previstas se elevan al máximo en situaciones en que la víctima -como en este caso- es menor de 13 años. Si se comprueba que el sospechoso es además autor de los abusos, las penas ascienden hasta 20 años de prisión, según los agravantes.

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