En diálogo con Gustavo Olivello en Alerta Urbana, el jefe de la Policía del Chaco, Fernando Romero, confirmó que en la madrugada de este jueves se concretaron 13 allanamientos simultáneos vinculados a la causa por el ataque armado contra el domicilio contra un sargento primero, integrante de la Dirección de Investigaciones Complejas.

Romero detalló que los procedimientos comenzaron cerca de las 5, cuando las fuerzas irrumpieron en distintos puntos de Fontana y zonas aledañas, bajo órdenes judiciales. Como resultado, fueron demoradas dos personas —entre ellas Lautaro Gael Ramírez, hijo de Claudio Ariel “Mosquito” Ramírez— detenido en la comisaría Tercera de Barranqueras y se secuestraron armas de grueso calibre, entre ellas una escopeta 12/70 y una pistola, además de un subfusil de gas comprimido. También se incautaron 157 dosis de cocaína y una camioneta roja, que será peritada.

El caso se inscribe en un clima de tensión por los vínculos con el narcotráfico: según la investigación, Claudio “Mosquito” Ramírez, actualmente detenido en la Comisaría Tercera de Fontana, habría ordenado el ataque contra Ríos como represalia por su participación en operativos previos que derivaron en la detención tanto de él como de su hijo.

Romero sostuvo que el atentado tuvo características de “mensaje mafioso”, dado que la víctima fue un suboficial de la Policía que había intervenido en causas sensibles contra el narcomenudeo. “La Policía, con el acompañamiento de la Justicia, deja un mensaje claro: no vamos a permitir hechos de esta naturaleza”, afirmó.

El jefe policial agregó que en el domicilio de Gael Ramírez se secuestró la escopeta que se sospecha habría sido utilizada en el ataque a la casa del sargento, hecho que fue ratificado por un testigo del barrio. Asimismo, se confirmó que otro de los demorados estaría ligado directamente a la organización que responde a Ramírez, aunque su identidad no fue revelada oficialmente.

Los procedimientos forman parte de la ofensiva a partir de la sospecha que se tiene sobre “Mosquito” Ramírez y su hijo Gael, este último con antecedentes por homicidio y señalado como referente local en la venta de estupefacientes.

Romero cerró con un mensaje enfático: “Toda vez que se agrede a un funcionario público, la respuesta será contundente. La ciudadanía debe saber que no vamos a tolerar que el narcotráfico avance con amenazas o violencia contra quienes cumplen con su deber”.