Pablo José Bossio, de 35 años, es uno de los protagonistas de un extraño y trágico episodio ocurrido en el sudoeste de la ciudad de Rosario. Según la versión oficial, el hombre interceptó una camioneta de la Policía en plena calle para denunciar que le habían robado su auto. Luego, se subió a la parte trasera del móvil a pesar de que los agentes no lo autorizaron y segundos después, con el vehículo en movimiento, cayó y murió al golpear su cabeza contra el cordón de una vereda.

Sin embargo, la explicación de las autoridades no convenció a la familia de Pablo y fue su propio hermano quien denunció antes los medios rosarinos que la muerte fue producto de un nuevo caso de abuso policial. Ahora la Justicia investiga qué ocurrió

El oscuro hecho ocurrió ayer por la mañana a la altura de la calle Matienzo al 1700, en el barrio Azcuénaga. Allí, Bossio salió al cruce de la camioneta policial para denunciar que le habían robado su Volkswagen Gol Trend. Los dos uniformados le dijeron que iniciarían el operativo, pero en medio de la desesperación la víctima les pidió que lo llevaran en el patrullero.

En ese momento, los agentes se lo negaron pero -siempre de acuerdo con la versión de la Policía- Pablo saltó y se subió a la caja trasera. Poco tiempo después, cayó, se golpeó y murió. “Salta con el móvil en movimiento y por el envión dio tumbos y golpea su cabeza contra el cordón”, indicaron desde la Unidad Regional II al diario La Capital de Rosario. El informe policial, además, admite que Bossio había discutido con los policías.

Entre otros datos que trascendieron, se supo que desde el 911 informaron que no ingresó ninguna llamada para denunciar el robo de un vehículo. Pero la familia choca de frente con esta versión. “Yo reconocí el cuerpo y está todo golpeado, desde la cabeza a la espalda, en todos lados. Para mí fue abuso policial”, dijo Andrés, hermano de Pablo, en una entrevista con canal El Tres.

Lo cierto es que después de lo ocurrido, intervino la fiscal de Homicidios Culposos Mariana Prunotto, quien dispuso una serie de medidas para avanzar en la investigación. Por eso, ordenó que que se realicen pericias accidentológicas y se lleve adelante el registro de las cámaras de seguridad de la zona.

“A las 11 le dijeron a mi tío que Pablo estaba fallecido”, continuó el hermano de la víctima, quien comentó que descree de la versión oficial porque “el chorro no le hizo nada en el robo”. En ese sentido, añadió: “Me dijeron que la Policía lo subió a la parte de atrás, salió acelerando, se golpeó la cabeza y se murió desnucado. Los policías lo hicieron subir atrás y salieron a toda velocidad, supuestamente”.

Además, el familiar indicó que ya estuvo en comunicación con la fiscal Prunotto. “Me llamó y me dijo que van a abrir una investigación a los dos policías pero, ¿quién me lo devuelve a mi hermano? Tiene una esposa y dos hijos”, lamentó. La investigación se llevará en conjunto con la oficina de violencia institucional del Ministerio Público de la Acusación y las tareas investigativas serán realizadas por la División Judiciales de la Unidad Regional II.

De acuerdo con lo que publicó el diario Rosario 3, en el marco de la investigación se secuestraron los GPS de los móviles involucrados, comunicaciones de policías y y de los agentes que estaban en el procedimiento. Hasta última hora de ayer, no había policías detenidos, aunque sí ocurrió un detalle que agrega todavía más confusión, según señaló este medio: el hermano del Pablo quedó detenido por amenazas y portación de armas.

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