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SALUD
4 de septiembre de 2025
El seguimiento a más de 12 mil personas reveló que ciertos sustitutos del azúcar pueden afectar negativamente las funciones cerebrales a largo plazo.
Resultados publicados en Neurology demostraron que quienes consumieron más edulcorante presentaron un deterioro cognitivo del 62% más rápido, lo que corresponde aproximadamente a 1,6 años adicionales de envejecimiento cerebral.
Un seguimiento a más de 12.000 personas en Brasil detectó que el consumo elevado de edulcorantes artificiales y alcoholes de azúcar puede acelerar el deterioro de la memoria y las funciones cognitivas, especialmente en personas con diabetes y adultos menores de 60 años.
El trabajo, publicado por la Academia Estadounidense de Neurología en la revista Neurology, cuestiona la percepción de inocuidad de estos sustitutos del azúcar.
SIETE EN DUDA
El estudio evaluó siete compuestos utilizados como edulcorantes y alcoholes de azúcar: aspartamo, sacarina, acesulfamo-K, eritritol, xilitol, sorbitol y tagatosa. Estos ingredientes forman parte de productos ultraprocesados como refrescos, aguas saborizadas y postres bajos en calorías, así como de endulzantes de mesa.
La investigación resalta su frecuente consumo entre personas que buscan disminuir la ingesta de azúcar, en particular quienes padecen diabetes.
La muestra incluyó 12.772 adultos brasileños con una edad promedio de 52 años, quienes participaron en el Estudio Longitudinal Brasileño de Salud del Adulto entre 2008 y 2019.
El grupo de menor consumo promedió 20 mg al día, el de mayor consumo llegó a 191 mg diarios (equivalente a una lata de refresco light), y el sorbitol fue el más consumido, con un promedio de 64 mg al día.
Durante los ocho años, los participantes realizaron pruebas para evaluar memoria, lenguaje, fluidez verbal, memoria de trabajo, evocación de palabras y velocidad de procesamiento en tres momentos distintos.
Tras ajustar variables como edad, sexo, hipertensión y presencia de enfermedades cardiovasculares, los resultados publicados en Neurology demostraron que quienes consumieron más edulcorantes presentaron un deterioro cognitivo un 62% más rápido, lo que corresponde aproximadamente a 1,6 años adicionales de envejecimiento cerebral. El grupo intermedio mostró un deterioro un 35% más rápido, equivalente a 1,3 años de envejecimiento.