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16 de Julio de 2025
ACTUALIDAD
16 de julio de 2025
Familiares de Pablo González piden una rápida y ejemplar condena de la Justicia contra los autores del crimen.
En un desgarrador testimonio brindado a Gustavo Olivello en "Alerta Urbana", los familiares de Pablo Ezequiel González, el joven de 27 años asesinado brutalmente el pasado domingo en inmediaciones del bar Rojo en Villa Prosperidad, exigieron justicia y un esclarecimiento total del crimen que conmocionó a la sociedad chaqueña.
El padre de la víctima, Héctor Alejandro González; la madre, Catalina Ramona Casabuenas; y la madre de sus hijos y exesposa, Mariel Benítez, junto a Claudia González, hermana de Pablo, compartieron detalles del trágico suceso y desmintieron información inicial sobre los implicados, señalando a Sergio Gerzel, de 47 años, como el presunto autor material de las puñaladas y a Leonardo Benjamín Cabrera, de 21 años, como su cómplice.
Según el relato de Catalina Casabuenas, Pablo, quien se había separado recientemente y "empezaba una nueva vida" de soltero, era un apasionado de la música y asistía a los bares para escuchar grupos en vivo. Esa noche, invitó a su hermano menor a acompañarlo al bar Rojo. Alrededor de las 4, Pablo ingresó por sus propios medios al Hospital Julio Cecilio Perrando, trasladado por su hermano, con graves heridas de arma blanca en la región cardíaca que lamentablemente le causaron la muerte.
Los familiares denunciaron que el ataque no ocurrió dentro del local, sino que los agresores lo mataron fuera del local bailable. "No tuvo defensa de nada", afirmó su madre con dolor.
Los familiares sindican a Sergio Gerzel, de 47 años, como "el que le ataca con el cuchillo". Además, señalaron a Leonardo Benjamín Cabrera, de 21 años, como el cómplice, quien habría roto una botella y corrido al hermano de Pablo, distrayéndolo e impidiéndole defender a la víctima.
Tanto Gerzel como Cabrera, según los allegados a la víctima, tendrían antecedentes penales vinculados al narcotráfico. La familia sospecha que el crimen pudo haber sido "mandado" o "planificado", ya que el cuchillo encontrado en la escena, según ellos, tenía la letra "P" grabada, "que era para él".
JOVEN TRABAJADOR
Los familiares lo describieron como un joven trabajador, "guapo, limpio, decente", que se desvivía por sus hijos. Mariel Benítez, la madre de sus dos pequeños, destacó la excelente relación que mantenían a pesar de la separación. "No los conocía [a los agresores], no los conocíamos", aseguró.
Con la voz quebrada, Catalina Casabuenas recordó que Pablo, a sus 27 años, había trabajado "desde los 17 años para darle una estabilidad" a su familia. Su padre, Héctor, añadió: "Él de los 10 años trabajó conmigo. Yo hago construcción. Y me ayudó mucho, él ya aprendió y a ser responsable".
El sueño de Pablo era darle una vida mejor a sus hijos y, en particular, construir una habitación para su "princesita", quien aún pregunta por su padre, creyendo que "está muy cansado, por eso duerme y duerme nomás". La familia enfrenta el doloroso desafío de explicar a los niños la irreversible ausencia de su papá. "Mi hijo más grande sí entiende porque ya ahora está por cumplir 9. Él ya sabe", relató Mariel, conmovida por la promesa incumplida de una bicicleta para el cumpleaños de su hijo.
PEDIDO DE JUSTICIA
Los familiares de Pablo González hicieron un enérgico llamado a la fiscal de Investigación Penal Nº 3, Rosana Soto, a cargo de la causa, para que la investigación se profundice y los responsables sean condenados con la pena máxima. "Queremos perpetua, no menos. De eso nada más, que se haga justicia por los hijos, por los padres, por los hermanos que están muy mal", sentenció Claudia González.
La familia anunció que estarán "todos los días a las 7 de la mañana" en la fiscalía, buscando el apoyo de la sociedad con su presencia. "Si me tengo que encadenar ahí para que esto avance, lo voy a hacer. Porque mi hijo valía oro. Valía oro", manifestó Catalina, con una determinación inquebrantable.