Domingo
22 de Junio de 2025
INTERNACIONAL
22 de junio de 2025
Más detalles sobre la tecnología usada el sábado por la noche.
El reciente ataque de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares clave de Irán situó en el centro del debate militar y geopolítico una herramienta bélica diseñada específicamente para este tipo de misiones: la GBU-57/B Massive Ordnance Penetrator (GBU-57/B, MOP).
La operación que apuntó contra Fordow, Natanz e Isfahan, instalaciones emblemáticas para el programa atómico iraní y conocidas por su carácter fuertemente protegido y, en el caso de Fordow, por su ubicación a cientos de metros bajo tierra. Este hecho no solo puso en evidencia la evolución de las armas desarrolladas por Washington, sino también el cálculo estratégico tras su preparación y despliegue.
El diseño y la construcción de la GBU-57/B MOP respondieron a la necesidad de neutralizar amenazas nucleares resguardadas en complejos subterráneos difíciles de alcanzar mediante armas convencionales. Con un peso de 13.600 kilos y capacidad para perforar gruesas capas de roca, suelo y concreto, la MOP representa la culminación de un proceso de innovación que buscó garantizarle a Estados Unidos una respuesta efectiva ante la consolidación de búnkeres profundos en Irán y Corea del Norte.
La planta de Fordow en Irán, excavada bajo una montaña, constituyó desde su descubrimiento en 2009 el ejemplo paradigmático y desafío principal para la ingeniería militar de penetración.
La MOP no actúa aislada del contexto global: su desarrollo también anticipa escenarios de proliferación donde otras naciones consideran la protección de sus capacidades estratégicas bajo capas cada vez más profundas de seguridad física.
Capacidad operativa
La GBU-57/B MOP fue específicamente diseñada para atacar objetivos ubicados a profundidades sin precedentes. Su integración al B-2 Spirit, el único bombardero furtivo habilitado para transportarla y lanzarla, le confiere tanto un elemento de exclusividad operacional como una limitación táctica, dado que la flota de B-2 es limitada y cualquier operación de esta naturaleza requiere planificación meticulosa y garantías de acceso aéreo sobre el objetivo.
La MOP incorpora un fuselaje alargado y un sistema de guía que le permite alcanzar y destruir blancos endurecidos sin necesidad de explosivos nucleares. Este carácter convencional, sumado a su precisión, la hizo elegible para operaciones en las que la minimización de daños colaterales. En el contexto del ataque anunciado contra Fordow, Natanz e Isfahan, Trump sostuvo que todos los aviones regresaron al país “sanos y salvos a casa”. Esta afirmación refuerza la validez de la plataforma empleada: la penetración eficaz y la huida sigilosa, características del B-2 Spirit, aseguraron que la MOP pudiera ser empleada con un riesgo asumido calculado y exitosamente reducido.
Cómo es la bomba antibúnker que utilizó Estados Unidos
Más detalles sobre la tecnología usada el sábado por la noche.
El reciente ataque de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares clave de Irán situó en el centro del debate militar y geopolítico una herramienta bélica diseñada específicamente para este tipo de misiones: la GBU-57/B Massive Ordnance Penetrator (GBU-57/B, MOP).
La operación que apuntó contra Fordow, Natanz e Isfahan, instalaciones emblemáticas para el programa atómico iraní y conocidas por su carácter fuertemente protegido y, en el caso de Fordow, por su ubicación a cientos de metros bajo tierra. Este hecho no solo puso en evidencia la evolución de las armas desarrolladas por Washington, sino también el cálculo estratégico tras su preparación y despliegue.
El diseño y la construcción de la GBU-57/B MOP respondieron a la necesidad de neutralizar amenazas nucleares resguardadas en complejos subterráneos difíciles de alcanzar mediante armas convencionales. Con un peso de 13.600 kilos y capacidad para perforar gruesas capas de roca, suelo y concreto, la MOP representa la culminación de un proceso de innovación que buscó garantizarle a Estados Unidos una respuesta efectiva ante la consolidación de búnkeres profundos en Irán y Corea del Norte.
La planta de Fordow en Irán, excavada bajo una montaña, constituyó desde su descubrimiento en 2009 el ejemplo paradigmático y desafío principal para la ingeniería militar de penetración.
La MOP no actúa aislada del contexto global: su desarrollo también anticipa escenarios de proliferación donde otras naciones consideran la protección de sus capacidades estratégicas bajo capas cada vez más profundas de seguridad física.
Capacidad operativa
La GBU-57/B MOP fue específicamente diseñada para atacar objetivos ubicados a profundidades sin precedentes. Su integración al B-2 Spirit, el único bombardero furtivo habilitado para transportarla y lanzarla, le confiere tanto un elemento de exclusividad operacional como una limitación táctica, dado que la flota de B-2 es limitada y cualquier operación de esta naturaleza requiere planificación meticulosa y garantías de acceso aéreo sobre el objetivo.
La MOP incorpora un fuselaje alargado y un sistema de guía que le permite alcanzar y destruir blancos endurecidos sin necesidad de explosivos nucleares. Este carácter convencional, sumado a su precisión, la hizo elegible para operaciones en las que la minimización de daños colaterales. En el contexto del ataque anunciado contra Fordow, Natanz e Isfahan, Trump sostuvo que todos los aviones regresaron al país “sanos y salvos a casa”. Esta afirmación refuerza la validez de la plataforma empleada: la penetración eficaz y la huida sigilosa, características del B-2 Spirit, aseguraron que la MOP pudiera ser empleada con un riesgo asumido calculado y exitosamente reducido.