El precio internacional del petróleo registró una fuerte suba en los últimos días a raíz de la escalada bélica entre Irán e Israel. El crudo Brent superó los US$76 por barril, su valor más alto en más de cuatro meses, encendiendo alertas en los mercados globales y también en Argentina, donde las petroleras definen sus precios en base al comportamiento internacional del petróleo, el dólar, los biocombustibles y la presión impositiva. 

El conflicto en Medio Oriente reavivó temores sobre posibles interrupciones en el suministro de petróleo, especialmente si se ve afectado el tránsito por el estrecho de Ormuz, ruta estratégica por la que circula cerca del 20% del crudo global. Irán, uno de los principales productores mundiales, tiene un rol clave en la región, y los analistas internacionales advierten que un eventual bloqueo o ataque regional podría llevar el precio del barril hasta los US$120 en los escenarios más extremos. 

YPF prepara un nuevo sistema de precios desde el 25 de junio 

En el plano local, la incertidumbre se suma a una transformación en la política de comercialización que implementará YPF, principal actor del mercado nacional. Desde el 25 de junio, la petrolera comenzará a aplicar precios diferenciados por región y por horario, con un modelo de ajuste dinámico en estaciones seleccionadas. 

La empresa pondrá en marcha el Real Time Intelligence Center (RTIC), un sistema de monitoreo en tiempo real ubicado en sus oficinas de Puerto Madero, que le permitirá ajustar los precios de forma segmentada, sin anuncios generalizados. La variación dependerá del comportamiento de la demanda y del análisis de cada punto de venta. 

Si bien esto no implicará una suba automática y masiva, sí habilita ajustes microsegmentados que podrían anticipar movimientos más amplios hacia fin de mes. Otras petroleras podrían replicar la estrategia, dada la posición dominante de YPF. 

¿Habrá aumentos en julio? 

Aunque aún no hay definiciones oficiales, fuentes del sector reconocen que la combinación de factores —conflicto internacional, suba del crudo, variación del dólar e impuestos— podría justificar un nuevo incremento en el precio de los combustibles a partir de julio. 

No obstante, también se barajan posibles bajas puntuales en determinadas estaciones, producto de la implementación del nuevo sistema de tarifas inteligentes de YPF. Es decir, habrá una mayor volatilidad y dispersión de precios según el momento y la ubicación. 

El precio de los combustibles es un dato clave para el Gobierno nacional, que sigue de cerca su impacto en la inflación. En mayo, una baja en los precios ayudó a contener el IPC, que marcó un 1,5% mensual, el valor más bajo en cinco años. Sin embargo, una nueva suba en julio podría alterar esa tendencia, en un momento en que la gestión económica es observada con atención de cara a las elecciones legislativas. 

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