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13 de Junio de 2025
POLÍTICA
11 de junio de 2025
Mientras el oficialismo nacional celebra el fallo como un hito contra la impunidad, el peronismo lo denuncia como un acto de persecución y proscripción.
El fallo de la Corte Suprema que ratificó la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por la causa “Vialidad”, sacudió el escenario político argentino y generó una ola de reacciones que reflejan la polarización vigente.
JUSTICIA Y PROSCRIPCIÓN
El presidente Javier Milei celebró la resolución como un triunfo de la República: “El fin de la impunidad no es venganza, es justicia. El que las hace, las paga”, escribió en la red X. En la misma línea, el vocero presidencial Manuel Adorni sostuvo que el fallo “marca un antes y un después para la credibilidad del sistema judicial” y destacó que “se terminó el tiempo en que el poder político podía violar la ley sin consecuencias”.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se expresó con dureza: “Se acabó la matriz de corrupción kirchnerista. El fallo de la Corte es una bocanada de aire limpio para la Argentina que quiere dejar atrás décadas de saqueo institucional”.
Las voces del peronismo salieron en bloque a cuestionar el fallo. El gobernador bonaerense Axel Kicillof lo calificó de “infamia” y denunció que “buscan disciplinar a la dirigencia política y garantizar privilegios económicos”, agregando que la democracia “queda profundamente herida”.
Gildo Insfrán (Formosa), Raúl Jalil (Catamarca) y Ricardo Quintela (La Rioja) coincidieron en señalar que el fallo trasciende lo jurídico y constituye un “hecho de gravedad institucional”. Gustavo Melella (Tierra del Fuego) advirtió que “impedir su candidatura no afecta solo a una persona, sino al derecho de millones a elegir libremente”.
Desde la oposición tradicional, Jorge Macri sostuvo que “se confirmó que Cristina usó el poder para saquear al Estado” y remarcó que “es corrupción o justicia”. Alfredo Cornejo (Mendoza) criticó las denuncias de persecución y celebró que el fallo haya sido “claro: culpable. Es Justicia”.
El radical Maximiliano Pullaro (Santa Fe) afirmó que “nadie puede ni debe estar por encima de la ley”, mientras que Leandro Zdero (Chaco) destacó que el fallo es “una bocanada de aire fresco para volver a creer en la República”.
MODERADOS
Algunos gobernadores adoptaron una postura institucional, sin tomar partido directo. Alberto Weretilneck (Río Negro) se limitó a remarcar que “la Justicia es parte esencial del Estado de derecho” y que “así funciona la democracia”. Otros mandatarios, como Sáenz (Salta), Sadir (Jujuy) o Poggi (San Luis), optaron por el silencio.
Impacto inmediato
La sentencia se conoció apenas ocho días después de que Cristina anunciara su candidatura a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral bonaerense. Con la condena ratificada y la inhabilitación firme, la ex presidenta queda fuera de carrera electoral, lo que implica un fuerte reordenamiento dentro del peronismo y abre interrogantes sobre su rol futuro en el escenario político.
El fallo, más allá de lo judicial, se instaló como un hecho político de primera magnitud: para unos, símbolo de una justicia que por fin actúa con independencia; para otros, un acto de persecución y proscripción que daña a la democracia. La grieta, lejos de cerrarse, se profundiza.