A 31 años de su fallecimiento, se recuerda al maestro, periodista y pensador santafesino que eligió el Chaco como tierra para sembrar ideas. Su legado intelectual, educativo y cultural sigue siendo un pilar en la identidad chaqueña.

El 5 de junio de 1994, a los 82 años, fallecía Guido Arnoldo Miranda, figura indispensable para comprender el devenir histórico, educativo y cultural del Chaco. Había nacido el 11 de mayo de 1912 en Vera, Santa Fe, pero fue en tierras chaqueñas donde dejó una huella profunda como docente, periodista, escritor e investigador. Doctor honoris causa de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), su nombre sigue asociado a la formación ciudadana y la construcción de identidad regional.

Miranda llegó a Resistencia en 1924, cursó estudios en la Escuela “Benjamín Zorrilla” y en la Escuela Normal Mixta “Sarmiento”, donde se recibió de maestro. Luego estudió abogacía en Santa Fe, aunque pronto regresó al Chaco, donde se integró como redactor del diario La Voz del Chaco en 1935.

Su vocación docente lo llevó a enseñar en escuelas rurales del interior chaqueño, desde Colonia Elisa hasta Quitilipi. En 1949, durante el gobierno de Perón, fue cesanteado por razones políticas. Volvió a la docencia tras 1955, con responsabilidades como interventor e inspector en distintos puntos del país.

Una pluma comprometida

Con una obra que supera los mil artículos, Miranda fue un referente del pensamiento democrático y regionalista. Escribió series memorables como “Perfil del Nordeste” y “Medio siglo pasado meridiano”, además de análisis profundos sobre la UNNE y su rol en el desarrollo local.

Entre sus libros más relevantes se encuentran La escuela rural chaqueña (1948), El paisaje chaqueño (tres ediciones), Tres ciclos chaqueños, Al norte del Paralelo 28, El rostro cambiante del Chaco, Historia del Cooperativismo Chaqueño y El desafío del Impenetrable. Sus textos fueron faros que iluminaron la historia y la geografía del territorio chaqueño desde una perspectiva crítica y sensible.

Testigo activo de su tiempo

Más allá de la escritura, Miranda participó activamente en la vida pública e institucional. Fue secretario de la Convención Constituyente de 1957, miembro de la Junta de Estudios Históricos del Chaco, representante del Fondo Nacional de las Artes y cofundador de la Cooperativa Cultural Nordeste. También integró la SADE Chaco y la comisión de Nomenclatura de Calles de Resistencia.

A lo largo de su vida, recibió múltiples reconocimientos: Doctor Honoris Causa de la UNNE (1981), la Orden del Quebracho del Rotary Club (1982), y fue nombrado Ciudadano Ilustre de Resistencia en 1986. En 1997, el 24 de mayo, su nombre fue asignado al complejo cultural que alberga la primera sala oficial de la provincia, que funciona en el ex cine teatro Sep y desde entonces se denomina Complejo Cultural Provincial "Guido Miranda".