Sabado
19 de Abril de 2025
13 de abril de 2025
Los comicios se dan en un país divido y con desesperanza.
Los ecuatorianos acuden este domingo a las urnas para elegir nuevo presidente en una crucial segunda vuelta marcada por la polarización política y la incertidumbre sobre el futuro del país.
En el balotaje se enfrentan el presidente ecuatoriano y candidato a la reelección, Daniel Noboa, quien pertenece a la tercera generación de una familia de empresarios millonarios, y la candidata de izquierda Luisa González, quien emerge como una figura del progresismo ecuatoriano.
El sociólogo y analista político Agustín Burbano de Lara explicó que el país asiste a una elección compleja con un escenario político polarizado: "El electorado restó importancia a las otras opciones y dos opciones concentraron casi el 90 por ciento de la votación".
Quien gane la elección enfrentará desafíos para la gobernabilidad como el de "reconstruir una comunidad política". La candidata González lidera el "correísmo", al ser heredera política del expresidente Rafael Correa (2007-2017), mientras que Noboa representa al "anticorreísmo", lo que marca una división entre el electorado ecuatoriano.
La división representa dos modelos de país en disputa, además de múltiples crisis, entre ellas, económica y de seguridad, esta última un tema crítico que demanda soluciones inmediatas.
Para el analista Nicolás Oliva, miembro del consejo ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), "el país está divido entre dos posiciones y los desesperanzados".
"Eso marca todo, define el escenario electoral y un poco las expectativas de la gente. En este clima de desesperanza, no va a ganar el mejor, sino el que les parece el menos malo, esa es la percepción de la gente", explicó Oliva a Xinhua.