Miercoles
5 de Marzo de 2025
POLICIALES
4 de marzo de 2025
Los hermanos fueron arrestados tras causar disturbios y efectuar disparos en estado de ebriedad.
Un cabo primero de la Policía provincial y su hermano, un cadete de cuarto año de la Escuela de Policía, fueron detenidos luego de protagonizar una violenta escena dentro del boliche “30 y Pico”, en el barrio San Roque Oeste. Ambos estaban en evidente estado de ebriedad cuando comenzaron a generar disturbios en el local bailable, lo que derivó en una intervención del personal de seguridad. En medio del incidente, se efectuaron disparos de arma de fuego, situación que obligó a la Policía a desplegar un operativo de urgencia para controlar la situación.
El hecho ocurrió alrededor de las 4 de la madrugada, cuando un sargento que cubría servicio adicional en el boliche solicitó refuerzos al 911. En el exterior del local, los agentes encontraron a Gustavo Carlos Fernández, de 42 años, un cabo primero con destino en la Unidad Especial de Seguridad Hospitalaria, quien había sido retirado del establecimiento por su actitud violenta. En ese momento, su hermano, Sergio Daniel Fernández, de 22 años y cadete de Policía, irrumpió armado y disparó al aire mientras amenazaba a los presentes, gritando que nadie debía tocar a su hermano.
El joven fue reducido por el sargento tras realizar un segundo disparo. En su poder se halló una pistola Bersa 9 mm con ocho municiones, además de varias vainas servidas en la escena. Ambos hermanos fueron trasladados a la Comisaría Décimo Quinta, donde se les practicó el test de alcoholemia, arrojando resultados alarmantes: el cadete tenía 1.41 g/l de alcohol en sangre, mientras que su hermano presentaba 2.94 g/l. La Fiscalía interviniente inició una causa por portación de arma de guerra y agresión con arma de fuego contra el cadete, mientras que el cabo enfrenta un proceso contravencional interno.
El caso quedó en manos de la Unidad Fiscal de Investigación Criminal N°6, a cargo de Gustavo Roubineau. Mientras avanza la investigación, el cadete podría ser expulsado de la Escuela de Policía, mientras que su hermano deberá afrontar sanciones dentro de la fuerza. La rápida intervención policial evitó una tragedia mayor, aunque el episodio dejó en evidencia la grave irresponsabilidad de los implicados, quienes portaban armamento estando bajo los efectos del alcohol.