Viernes
8 de Noviembre de 2024
12 de octubre de 2024
El joven tenía 14 años cuando se dio cuenta de que las pantallas eran un vicio en su vida y que le habían generado problemas de aislamiento social, depresión y ansiedad. Desde ese momento, comenzó un camino para recuperarse y contó su historia para concientizar.
En diálogo con Telenoche, contó su historia para visibilizar la problemática que se repite cada vez más y expresó: “La ayuda es muy importante, porque muchas veces no podés usar la lógica para salir de tu problema”.
Hoy muestra un semblante distinto, pero asegura que nació “con un gran gusto por los jueguitos”. “Empecé a jugar a los siete u ocho años con un celular chiquito. Estaba mucho tiempo, promedio seis u ocho horas”, recordó. En ese sentido, profundizó: “Se vuelve un vicio. Me daba cuenta, pero sos chiquito y hay veces que es como que te puede. Te genera una comodidad y satisfacción porque vos jugás un juego con amigos, te estás riendo, la estás pasando bien o por ahí se enojan todos juntos y es un lindo momento haciendo muy poco”.
Sin embargo, la situación se volvió más compleja alrededor de los 14 años. “Se empezó a complicar cuando el deporte y el celular dejaron de tener un equilibrio y pesaba más el celular. Empezó a perder registro del entorno y de su propia persona”, relató su mamá, Cecilia.