La mañana del miércoles ocurrió un inusual incidente: un micro de dos pisos que trasladaba mercadería de Orán (Salta) fue prendido fuego al ser detenido en un control de Gendarmería Nacional en Trancas (Tucumán).

Las personas a bordo del colectivo ya habrían sobornado a gendarmes en un control anterior, según informó La Gaceta, y según investigaciones preliminares de la justicia federal, se sospecha que el vehículo fue quemado intencionalmente para eliminar drogas que transportaba.

Luego de burlar el primer control, llegaron al puesto de peajes Molle Yaco-Trancas, donde los gendarmes no permitieron el paso del vehículo, lo que provocó reclamos vehementes por parte de los pasajeros. Según las investigaciones en curso, al verse frustrados en su intento de evadir el control, los conductores del ómnibus aceleraron peligrosamente, casi atropellando a los gendarmes presentes. Ante la imposibilidad de avanzar, los ocupantes decidieron prender fuego al micro, presumiblemente para destruir las drogas que transportaban.

En el vehículo se encontró restos de marihuana y no se descarta que también hubiera cocaína a bordo. Los ocupantes del colectivo se fugaron y no hay personas detenidas hasta el momento, sin embargo, el responsable del viaje, conocido como “Papichulo” está bajo la lupa.

Se espera que se revisen los celulares de los involucrados para encontrar evidencia del soborno presuntamente pagado. La policía de Tucumán intervino en el incidente, pero Gendarmería se hizo cargo de la situación y los Bomberos controlaron el fuego.