No es novedad que los inquilinos en la Argentina padecen desde hace varios años las dificultades de acceso a un techo y lo caros que se han vuelto los alquileres.

Es el caso de Resistencia, dónde en estos últimos meses a partir de la derogación de la ley que regía las operatorias de renta inmueble complicaron aún más las cosas.

En un rápido relevamiento en inmobiliarias de la ciudad que publican su oferta en Internet o también los departamentos o casas que son publicitadas en diarios o redes sociales es sumamente queda en evidencia lo difícil que se tornó acceder a un alquiler en la capital del Chaco.

Los requisitos y el dinero necesario para los inquilinos son cada vez más altos y, para muchos de ellos, directamente inalcanzables.

Por ejemplo, para alquilar un departamento de dos dormitorios en la zona del macrocentro de Resistencia, quien quiera mudarse en abril, por ejemplo, tendrá que contar con alrededor de 830 mil pesos.

La cifra contrasta con el promedio de ingresos de los trabajadores en el Chaco, que ronda los 250 mil mensuales, y de la canasta de pobreza, que se ubica cerca de los 600 mil pesos.

Es que una propiedad de esas características ya cuesta 200 mil pesos mensuales, precio que se sostendrá apenas por tres meses, ya que todos los arrendadores avisan que tras ese lapso se actualiza el valor con un incremento de alrededor del 40%. Es decir que el inquilino que acceda hoy, en junio ya deberá pagar 280 mil.

Al precio del alquiler en sí, hay que sumar otros 400 mil pesos de adelanto/depósito (el costo de dos meses) y otros 200 mil de comisión inmobiliaria.

En el caso de esos departamentos de 2 dormitorios las expensas tienen un valor de 17.400 más 4 mil pesos de servicio de Sameep. En tanto que se suman gastos por firma de contrato y escribanía (que pueden rondar los 12 mil pesos).

Los requisitos se complican si se tiene en cuenta que las inmobiliarias y propietarios están pidiendo inquilinos con recibos de sueldo por un mínimo de 400 mil pesos; y dos garantes que acrediten ingresos por 550 mil pesos. 

Una segunda opción, de una vivienda más pequeña, de un solo dormitorio, tampoco es más barata: se ofrecen por 170 mil mensuales, con idénticas condiciones a las más grandes.