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ENTRETENIMIENTO

28 de noviembre de 2020

Samanta Casais, a cinco meses de la polémica final de Bake Off

“Algunas personas entendieron que me estaban matando en vida”

La pastelera cuenta a Teleshow que ha recibido pedidos de disculpas de haters que la maltrataron durante su paso por el programa. Ya mucho mejor de salud tras el ciberbullying sufrido, cocina en el programa del Pollo Álvarez, Con amigos así, y junto a Pepe Pompín en su canal en YouTube

Las redes sociales le enseñaron su cara más detestable a Samanta Casais cuando salieron a la luz algunas irregularidades en la declaración jurada que había completado antes de ingresar a Bake Off, el programa gastronómico de Telefe que condujo Paula Chaves. En una polémica final que cautivó a un alto número de audiencia, la producción decidió quitarle el título de mejor pastelera amateur de la Argentina y dárselo a quien había quedado en segundo puesto, Damián Pier Basile. Pero todo eso es tan solo una anécdota al lado de los repudiables mensajes que recibió la joven, muchos de ellos anónimos, en los que llegaron a criminalizarla y hasta desearle la muerte.

“Hay un segundo en el que la mente queda en blanco y no pensás más que en desaparecer y decís: ‘¿Cómo hago?’ Pero por suerte empecé a pensar en mi mamá, mis hermanos, mi novio y mis perros…” El dolor por el ciberbullying que sufrió en las redes sociales generó una herida que tardará en cerrar. Pero sabe que lo más difícil, gracias a su fortaleza y el apoyo de sus seres queridos, ya pasó. De a poco se animó otra vez a la exposición y hasta regresó a la TV: actualmente, además de recibir pedidos para tortas personalizadas a través de su cuenta en Instagram (@samicasais), se la puede ver cocinando junto a Pepe Pompín en su canal de YouTube (Sami Pastelera), y demuestra sus habilidades en la pastelería en Con amigos así, el ciclo que conduce el Pollo Álvarez por KZO.

En diálogo con Teleshow, Samanta recuerda sus días más difíciles y cuenta cómo logró salir adelante, a cinco meses de la polémica final. Además, revela que está trabajando en una campaña en contra del ciberbullying y que recibió mensajes de personas arrepentidas por haberla insultado: “Algunos entendieron que me estaban matando en vida”.


—Mirándolo en retrospectiva, ¿qué balance hacés de tu paso por “Bake Off”?

—Trato de quedarme con lo positivo. Porque si bien hubo mucho negativo de parte de los haters, en cuanto al programa no puedo decir nada, la producción me trató súper bien y fue una experiencia hermosa que no voy a olvidar nunca. El tema de los haters es algo aparte, que no tiene nada que ver con el programa. Lo que dice la gente en las redes es horrible, lo veo hoy en día con Masterchef Celebrity. Fue duro y no entiendo la violencia que se manejó en mi contra, creo que se cruzó una línea: me han deseado la muerte. En algún momento vamos a tener que cambiar eso como sociedad y cuidar un poco las palabras.

—¿El acoso que sufriste afectó tu salud?

—Ahora, gracias a Dios, estoy mucho mejor. No fue fácil, me ayudó mucho mi familia y mi novio, que se la bancó como un campeón. Justo hoy hablamos del tema y me dijo: “Yo me iba al baño a retorcerme de los dolores de estómago por todo lo que estaba pasando, porque no podía demostrar frente a vos que yo también estaba mal. Ahí sí nos íbamos al pasto los dos”. Tuve ayuda psicológica y psiquiátrica porque no me podía dormir, tenía pesadillas y dejé de comer y bajé mucho de peso. Hay un momento en el que la mente se queda en blanco y no pensás más que en desaparecer, y decís: ‘¿Cómo lo hago?’ Es como un flash, es un segundo, pero por suerte en ese segundo empecé a pensar en mi mamá, mis hermanos, mi novio y mis perros.

—¿Pensar en tus seres queridos fue la clave para salir de ese momento tan difícil?

—Sí… Porque con ese pensamiento te liberás de tu dolor pero dejás a un montón de gente con un dolor impresionante. Es un pensamiento egoísta, pero se te cruza por la cabeza y decís: ‘Me tomo todas las pastillas que me dio el psiquiatra de una y ya está’. Después, no sé si Dios o qué me sacó esa idea de la cabeza. Ese día llegó mi novio a casa, me vio que estaba recontra mal y empezó a accionar: me sacó el teléfono y me desconectó de todos lados. Si hubiese estado viviendo sola no sé si lo hubiese soportado, porque encima con la pandemia no podía venir mi mamá y no podía ver a nadie. Pero gracias a Dios estoy bien. Hoy en día me dicen algo y bloqueo y a otra cosa mariposa. Lo que no te mata te fortalece.

—¿Hay alguna manera de sacar un costado “positivo” de lo que pasó y utilizarlo para exponer las graves consecuencias del ciberbullying?

—Sí, empecé con un proyecto que ahora está en pausa por una cuestión de presupuesto. Yo siempre uso pañuelos de colores en la cabeza y me pareció algo lindo diseñar unos pañuelos para hacer una campaña de concientización contra el ciberbullying. Me lo propuso mi cuñado, el hermano de mi novio, y me pareció que estaba bueno porque esto no solo lo sufren personas grandes, sino también muchos adolescentes. A partir de lo que me pasó me puse a investigar y hay muchos casos de chicos que la pasan mal y hasta se suicidan. Quiero retomar esta campaña porque me parece que es algo importante. El ciberbullying es incontrolable y triste porque muchos creen que son impunes por manejar perfiles falsos en las redes sociales.

—¿Todo lo que pasó te desalentó también a seguir en la pastelería?

—Sí, hubo un momento en el que no quería saber más nada, quería tirar todo a la basura. Era parte del estado de ánimo que tenía.

—¿Creés que fue injusta la decisión de “Bake Off” de descalificarte?

—Si yo malinterpreté un punto de la declaración jurada, y eso infringe las leyes del certamen, creo que estuvo bien. No es que se demostró que yo era pastelera profesional, sino que yo malinterpreté dos preguntas. El formulario que te dan antes de empezar el programa tiene una declaración jurada, y si vos lo llenás mal estás infringiendo las leyes del certamen, entonces llega una posterior descalificación. No tengo resentimiento ni nada. Cuando me comunicaron la decisión (de descalificarla) me dijeron: “Si no te sentís cómoda para venir y filmar la toma final, no vengas”. Yo estaba en un momento muy vulnerable por el acoso cibernético pero decidí ir. Me parecía una falta de respeto no ir. Fui por mis compañeros, el jurado y mis convicciones. Fue re difícil, tuve que contener el llanto porque tenía ganas de decir: “Basta de matarme en las redes”. Cuando terminamos de grabar, el jurado (N. de la R.: integrado por Christophe Krywonis, Damián Betular y Pamela Villar) se acercó… Divinos los tres.

—¿Pensaste en hacer algún reclamo legal contra la productora?

—No, no tengo nada que reprochar. Lo que pasó fue un repudio cibernético, ciberbullying o como lo quieran llamar. Con el programa no tengo más que palabras de agradecimiento porque toda la exposición que tuve me hizo ser quien soy y me permite tener una salida laboral y vivir de lo que me gusta. No me interesa meterme en esas cosas, prefiero estar tranquila. Quiero vivir de lo que me gusta y ellos me regalaron una etapa de mi vida que no me voy a olvidar jamás.

—¿Cómo fueron los días posteriores a la final?

—Me tomé mis días para reaparecer en las redes porque tenía miedo. Tenía que hacer unos agradecimientos a personas que me había mandado cosas en medio de todo y no quería que apareciera mi cara. Fue muy duro, hasta que un día dije “tengo que aparecer, que digan lo que quieran”, y así fue. Al principio me llegaban muchos mails con cosas horribles, porque yo había dejado mi correo como contacto para las tortas a pedido. Hasta ponían “Pedido” en el asunto para que yo lo abriera y me mandaban mensajes terribles, puteándome. Pero después me empezaron a mandar mensajes diciéndome “perdón, te hice mierda”. Hubo uno que me sorprendió un montón. No lo quise abrir en el momento porque en el asunto decía “Disculpas” y pensé que me iban a insultar, así que lo abrió mi novio. Pero el mail decía: “Mi nombre es tal, te quiero decir que fui parte de la ola de haters y te quiero pedir disculpas porque me siento una persona horrible, no puedo entender cómo pude manejarme de esa manera, no puedo entender cómo se debe sentir de tu lado”. Ahí dije: “Bueno, por lo menos a alguien le llegó el mensaje de ‘paren un poco que me están matando en vida’”. Yo me estaba muriendo. Son pocos los que se animan a pedir disculpas, pero lo valoro un montón. Me quedo con esa gente que me manda mensajes de amor diciéndome “dale para adelante”, eso me ayudó a salir.
Mucho mejor de salud, con el apoyo de su psicólogo de siempre y la tranquilidad de saber que lo peor quedó en el pasado, Samanta divide su tiempo entre la pasión por la pastelería, su familia, salir a andar en bici y cuidar sus plantas, una actividad “casi terapéutica”, según sus palabras. Por supuesto, sigue con atención el curso del programa del momento: Masterchef Celebrity. Sus participantes preferidas son Vicky Xipolitakis y Belu Lucius; la influencer encabeza la lista de candidatos a alzarse con el gran premio porque “hace unos platazos increíbles”.

—Hay algunas críticas en contra del programa porque supuestamente se muestra poco cómo cocinan los participantes…

—Creo que es porque prefieren mostrar la faceta celebrity de ellos, que tiene que ver con divertirse o chicanearse, cosas que son súper divertidas y le ponen más picante al programa que verlos cocinar.

—¿Qué opinás del jurado?

—Me encanta, a Dolli (Irigoyen) la amo desde muy chiquita, me encanta cómo explica y cómo cocina. Damián (Betular) también es un genio, tuve el privilegio de conocerlo y es una persona increíble y muy graciosa.

A Samanta también se la puede ver cocinando en "Con amigos así", por KZO. En la foto, junto a sus compañeros Cande Ruggeri, el Pollo Álvarez y Javi Ponzo (Foto: Instagram)
A Samanta también se la puede ver cocinando en "Con amigos así", por KZO. En la foto, junto a sus compañeros Cande Ruggeri, el Pollo Álvarez y Javi Ponzo (Foto: Instagram)
—Entre Christophe Krywonis y Germán Martitegui, ¿a quién preferís para que juzgue un plato tuyo?

—A Christophe. Parece malo pero no lo es. A Martitegui no lo conozco, pero me parece más estricto.

—¿Te gusta trabajar en televisión?

—Sí, por eso ahora estoy en el programa del Pollo Álvarez. Y aspiro a más: mi objetivo es tener un espacio en televisión para hacer pastelería, ya sea en Telefe, El Trece o el canal que sea.

—Tenías pensado casarte pero se canceló la boda por la pandemia.

—Sí, teníamos fecha para hacer la fiesta el 13 de febrero pero en la última reunión que tuvimos con el salón nos dijeron que recién se va a poder hacer a partir de septiembre del año viene. Así que, de todas formas, lo que decidimos fue sacar un turno para el civil, que sería en enero o febrero, y esperar un poco para la fiesta. Vamos a aprovechar para hacer alguna reunión familiar chiquita a principios de año y después vendrá la fiesta con todo.

fuente: Infobae.

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