Sabado
18 de Octubre de 2025
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18 de octubre de 2025
Con el avance de las redes, el lenguaje de las relaciones también se actualiza: nuevas palabras describen viejas emociones y vínculos marcados por la inmediatez.
La forma de amar y vincularse ha cambiado radicalmente en los últimos veinte años con la irrupción de las redes sociales, creando un nuevo código digital para las emociones que se expresa en neologismos en inglés. Términos como ghosting (desaparecer sin explicaciones), catfishing (crear perfiles falsos) o gaslighting (manipular la percepción de la realidad del otro) se volvieron parte del habla cotidiana, reflejando miedos antiguos como el rechazo, la necesidad de validación y la frustración ante la desconexión.
Para la psicóloga Lourdes Florencia Bellera (M.P. 62834), las redes ofrecen una mayor accesibilidad y comodidad para conocer personas fuera del entorno habitual, lo que amplía las posibilidades de conexión. Sin embargo, esa misma comodidad se traduce en altos niveles de ansiedad: "La espera por una respuesta, el miedo a que el otro desaparezca o la incertidumbre sobre las intenciones, son experiencias muy frecuentes", explica la profesional. La abundancia de opciones en un "mercado afectivo" amplificado a menudo deriva en mayor confusión, inmediatez y descarte emocional.
El gran problema, señala Bellera, es que la necesidad de respuestas rápidas ha generado una malacostumbre a la inmediatez. La espera o la duda pueden despertar ansiedad y una intensa rumiación mental sobre lo que se hizo mal, favoreciendo la sobreexposición en redes. La especialista advierte que comportamientos como el ghosting y el gaslighting pueden ser el resultado de baja o nula empatía e inseguridades, y que dejan heridas profundas y reales.
En particular, Bellera subraya que el ghosting es considerado violencia emocional al causar daño por la incertidumbre y el sentimiento de rechazo. Por su parte, el gaslighting ataca directamente la autoconfianza de la víctima, al manipular su percepción de la realidad. Ante estas "experiencias traumáticas", la psicóloga recomienda el acompañamiento terapéutico, la validación de las emociones y el trabajo sobre la autovaloración para sanar y reconstruir la confianza.