Paola Arce, la abogada chaqueña que falleció el jueves en un incidente vial en la ruta 11, en Santa Fe, era conocida por su sensibilidad, tenacidad y dedicación al activismo por los derechos de los animales. La noticia sacude no solo a quienes la conocían, sino también a quienes valoran su trabajo legal y su lucha continuada por visibilizar a aquellos sin voz.

Arce venía desarrollando su profesión con fuerte compromiso social, y dentro de sus ámbitos de militancia más destacados se encontraba la defensa legal en casos de crueldad animal. Participaba activamente como querellante en distintas causas judiciales que involucraban maltrato de animales. Uno de los casos más resonantes en los que intervino fue junto con la Asociación Civil “Club de las Discas”, denunciando un episodio en el que adolescentes, alentados por adultos, maltrataron a un gato hasta causarle la muerte.

También era parte de la línea activista que reclama mayor firmeza institucional para que estos delitos, aunque en muchos casos catalogados como excarcelables, no queden impunes ni en el olvido.

Impulsaba leyes o iniciativas como redes animalistas, jornadas de sensibilización, denuncias penales por crueldad animal, campañas de esterilización, y mayor visibilidad para la normativa vigente, como la ley nacional sobre maltrato animal.

“El animal no es un juguete, es un ser sintiente”, frase que recogía en los casos que representaba. Su muerte impulsa, además, una reflexión sobre los riesgos en las rutas argentinas y la fragilidad de quienes con vocación de justicia y derechos sociales trabajan a diario por causas poco visibles.