En el inicio del juicio por jurados contra el médico David Díaz Pacce, acusado de drogar y violar a su albañil, la defensa sostuvo que las relaciones sexuales entre ambos fueron consensuadas. El equipo legal de Díaz Pacce afirmó que no se encontraron rastros de drogas en el cuerpo del denunciante y sugirió que el albañil, de 34 años, habría inventado la historia para extorsionar al médico.

La defensa basó su estrategia en varias contradicciones que, según ellos, surgieron de la investigación. En su alegato inicial, el abogado de Díaz Pacce admitió que su cliente sí tuvo relaciones sexuales con la supuesta víctima, pero que estas habrían ocurrido una semana antes de los hechos denunciados y de forma consentida. “Díaz Pacce pudo haberlo negado, pero no lo hizo”, remarcó, señalando que el acusado no niega la existencia de un vínculo sexual, lo que para la defensa refuerza la idea de un acuerdo mutuo.

La defensa cuestionó la teoría del Ministerio Fiscal y la querella, que afirman que la víctima fue drogada para ser abusada. "Drogas de abuso sexual no se encontraron", declaró el abogado, al tiempo que enfatizó que en los exámenes de orina y sangre de la víctima solo se hallaron rastros de cocaína y marihuana, "drogas que se huelen o se fuman". Para la defensa, esto refuta la versión de que se le suministró alguna sustancia para dejarlo inconsciente.

El equipo legal de Díaz Pacce también se centró en las inconsistencias del relato de la víctima. El abogado mencionó que la supuesta víctima declaró a los psicólogos que se despertó en el piso, mientras que a otras personas les dijo que lo hizo en un sofá. La defensa sugiere que estas contradicciones demuestran que el denunciante, al igual que los testigos que lo incriminan, no dicen la verdad.

EXTORSIÓN

La defensa presentó una teoría alternativa sobre lo ocurrido. Según ellos, la víctima tenía una relación de carácter comercial con Díaz Pacce, basada en un intercambio de dinero por sexo para conseguir drogas. El abogado del acusado relató que, después de las relaciones sexuales, el albañil se habría quedado en la casa solo, consumiendo alcohol y cocaína. Supuestamente, habría sufrido lesiones al caer de una escalera peligrosa, ya que las lesiones que se encontraron son escoriaciones y raspaduras.

El abogado de la defensa también manifestó que su cliente, quien ocultaba su sexualidad a su familia, le pidió a la supuesta víctima que no contara lo sucedido. El albañil, según la defensa, habría aprovechado esta situación para solicitarle una importante suma de dinero, lo que el abogado calificó como un intento de extorsión. Cuando su intento de extorsión no funcionó, la víctima fue obligada a denunciar por su madre.

Finalmente, la defensa criticó el trabajo de los peritos del Poder Judicial, sugiriendo que las conclusiones de los psicólogos forenses en casos de este tipo son "sospechosas". La defensa concluyó su alegato pidiendo al jurado que "valore la prueba real" y no se deje influenciar por el relato de la fiscalía y la querella.