Cristian Graf, un excompañero del adolescente Diego Fernández Lima, cuyo cuerpo fue hallado enterrado en una casa del barrio porteño de Coghlan, se presentó en la Fiscalía para ponerse a disposición de la Justicia. El caso, que conmocionó a la opinión pública, dio un giro inesperado luego de que un testigo identificara a Graf, como el dueño de la vivienda donde se encontraron los restos óseos. La casa colinda con la que fue alquilada por Gustavo Cerati entre 2002 y 2003.

Diego Fernández Lima desapareció el 26 de julio de 1984, cuando tenía 16 años. Sus restos fueron hallados el pasado 20 de mayo, cuando obreros que trabajaban en el inmueble vecino derribaron una pared medianera. La investigación, a cargo del fiscal Martín López Perrando, se reactivó tras el hallazgo y las declaraciones de excompañeros de la víctima, que aportaron datos clave para la identificación del sospechoso.

Aunque la causa está prescripta, el fiscal busca determinar quién fue el asesino o los asesinos. Graf, a quien sus amigos apodaban "Jirafa", es el principal foco de la investigación. El hombre, que todavía vive en el chalet donde se encontró el cuerpo, no respondió a las preguntas de la prensa tras su visita a los tribunales. Los investigadores esperan reconstruir las últimas horas de la víctima a partir de los testimonios de familiares y vecinos.