Julieta Silva, quien en 2017 fue condenada por atropellar y matar a su novio, el rugbier Genaro Fortunato, volvió a ser noticia ahora tras ser imputada y detenida en Mendoza por presunta violencia hacia su actual esposo, con quien tiene una hija de un año.

Según informó el Ministerio Público Fiscal de Mendoza, la denuncia fue radicada por la víctima en una sede judicial, tras haber sufrido agresiones físicas en el marco de una discusión doméstica. Al constatarse lesiones visibles como una excoriación y una tumefacción, la Justicia ordenó la detención domiciliaria de Silva, quien quedó bajo vigilancia con una tobillera electrónica.

La mujer fue imputada por el delito de “lesiones agravadas por el vínculo”, y se le impuso una restricción de acercamiento mientras avanza la causa. Se esperan testimonios claves y pericias del Cuerpo Médico Forense, que serán incorporadas al expediente.

En paralelo, Silva presentó su propia denuncia en la Unidad Fiscal de Violencia de Género, lo que motivó la apertura de un expediente cruzado que será analizado junto al caso principal, indicaron fuentes judiciales.

Un crimen que conmocionó Mendoza

El caso de Julieta Silva tuvo amplia repercusión en 2017, cuando fue hallada culpable por atropellar y asesinar a su pareja, el rugbier Genaro Fortunato, de 25 años, en la ciudad de San Rafael. El hecho ocurrió a la salida del boliche “La Mona Bar”, tras una discusión entre ambos.

Según la reconstrucción judicial, Fortunato intentó detener a Silva cuando ella se marchaba en su auto, pero al colgarse del vehículo, la mujer hizo una maniobra brusca, lo embistió y lo mató en el acto. La autopsia determinó que el joven murió por aplastamiento de cráneo.

Por el hecho, Silva fue condenada a tres años y nueve meses de prisión por homicidio culposo agravado, además de ocho años de inhabilitación para conducir. La querella había pedido una pena mucho mayor, al sostener que se trató de un hecho intencional, pero el tribunal integrado por los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle desestimó esa calificación.

El hecho ocurrió durante la madrugada del 9 de septiembre del año pasado a la salida de La Mona Bar, un lugar al que Silva, de 30 años, y Fortunato, de 25, habían concurrido unas horas antes. Al parecer, el joven intentó detener la salida intempestiva de su novia del lugar tras una discusión, pero al colgarse del auto, la mujer giró en "u", lo atropelló y lo mató en el acto.

La mujer dijo que esa noche olvidó sus lentes y que no vio a su novio caído en el suelo antes de atropellarlo cuando regresaba para devolverle su celular, que había quedado en el auto. Según una pericia oftalmológica Silva padece astigmatismo de -3 en ambos ojos, situación que la obligaba a conducir con lentes.

Fuente: Ámbito.