Un jubilado de 70 años, propietario de una vivienda en la localidad de San Isidro, departamento de Valle Viejo, Catamarca, quedó en el centro de una investigación judicial tras ser denunciado por acoso sexual y violencia contra una inquilina. Según el testimonio, el hombre habría propuesto un encuentro íntimo como forma de pago por el alquiler atrasado. Al negarse, la víctima denunció haber sido agredida físicamente.

Según informaron medios locales, la joven que presentó la denuncia alquilaba una habitación en una vivienda ubicada sobre Calle Tomás Vergara y Pasaje Alejo Soto.

El caso tomó relevancia pública no solo por la gravedad del hecho denunciado, sino también por lo que desencadenó: otras mujeres que vivieron en la misma propiedad se animaron a dar su testimonio ante la Justicia, revelando un posible patrón sistemático de manipulación y abuso por parte del acusado.

RED DE ABUSOS

De acuerdo con los relatos, el imputado habría aprovechado la situación de vulnerabilidad de sus inquilinas para ejercer presión, usando el alojamiento como moneda de cambio. Todas las declaraciones coinciden en que no existían contratos formales ni garantías legales, una modalidad informal que facilitaba el abuso de poder.

La denuncia fue radicada en la Comisaría de San Isidro y rápidamente tomó intervención la Fiscalía de turno, que ya ordenó pericias médicas y convocó a declarar a otras posibles víctimas. El objetivo es establecer si existió un comportamiento reiterado y premeditado por parte del acusado.

Desde la Justicia no descartan ampliar las imputaciones a medida que se sumen testimonios.

Hasta el momento, el hombre podría enfrentar cargos por acoso reiterado, lesiones y abuso de poder. Fuentes del caso señalaron que el expediente podría agravarse si se logra comprobar que los hechos se sostuvieron durante años, afectando a múltiples víctimas.