Puma fue la primera en actualizar sus precios este sábado, movimiento que fue seguido horas más tarde por Shell. Se espera que YPF adopte una medida similar en las próximas horas. El ajuste se produce en un contexto de tensión internacional, impulsado por la suba del precio del petróleo a raíz del conflicto en Medio Oriente.

Las principales compañías petroleras que operan en el país comenzaron a aplicar un nuevo aumento en los precios de los combustibles, que rondará el 5 por ciento en promedio. La suba, confirmada por fuentes del sector, ya se ve reflejada en los surtidores de algunas marcas, mientras se aguarda la definición de otras en las próximas horas.

La primera en actualizar sus precios fue Puma, que desde los primeros minutos de este sábado implementó el incremento en toda su red de Estaciones de Servicio. Según indicaron expendedores de distintos puntos del país, Shell también avanzó con el mismo esquema de subas durante la jornada. En tanto, desde YPF —la empresa con mayor participación de mercado— confirmaron que la decisión final se tomará en las próximas horas, pero no se descarta que siga el mismo camino.

La Secretaría de Energía de la Nación oficializó la actualización de los impuestos que inciden en el valor final de los combustibles. En línea con esta medida, las compañías aplicaron un ajuste del 1 por ciento promedio a partir de la medianoche del sábado.

“Es un aumento que estaba en análisis desde hace semanas y que responde a la necesidad de las empresas de recomponer márgenes tras la suba del petróleo”, señaló a este medio un referente del sector estacionero.

Según estimaciones privadas, los precios de la nafta y el gasoil mantienen un rezago cercano al 20 por ciento, especialmente en las zonas del interior, donde los costos logísticos impactan con más fuerza.

Para los estacioneros, el escenario sigue siendo de cautela. “Necesitamos que los precios reflejen los costos reales, pero también que no se sigan perdiendo ventas”, indicó un empresario pyme del sector. “La demanda está muy sensible y cualquier aumento puede profundizar la caída del consumo, que ya se viene notando desde marzo”.