Cada junio, el Día del Padre llega para muchos como una ocasión de cariño y reconocimiento, no solo de parte de los hijos biológicos, sino también de quienes consideran a ciertos adultos como figuras paternas claves en sus vidas. En Argentina, este domingo no será la excepción, pero más allá de lo comercial, se abre un espacio para reflexionar sobre el significado de ser padre en la actualidad. 

En una sociedad que se transforma constantemente, la pregunta surge: ¿qué implica hoy ejercer la paternidad? ¿Cómo cambia este rol cuando es vivido en solitario? Y, sobre todo, ¿de qué manera ha evolucionado el vínculo entre padres e hijos? 

La doctora Gabriela Dueñas, psicóloga, abordó estas cuestiones con la Agencia Noticias Argentinas, analizando el rol paterno en el contexto contemporáneo. Según Dueñas, "la función del padre está relacionada con la ley, los límites y la autoridad, elementos fundamentales para el desarrollo de la personalidad de los niños". 

Para la especialista, no se trata de un tema estrictamente biológico, sino de un rol que puede ser asumido por cualquier figura adulta capaz de marcar un camino, intervenir en el vínculo madre-hijo y acompañar al niño en su salida al mundo. En casos de familias monoparentales o situaciones de separación, esa figura puede ser asumida por la madre, otro adulto o incluso las exigencias laborales que demandan que el niño se desarrolle de manera autónoma. 

Dueñas explica que el concepto de familia ha mutado a lo largo del tiempo, haciendo que hoy en día convivian diversas formas de familias, como las monoparentales, las homoparentales y las ensambladas, lo cual refleja una transformación más profunda que solo las estructuras tradicionales. "La noción de familia que tenemos hoy es mucho más plural", apunta la psicóloga. 

A pesar de los avances hacia una mayor diversidad familiar, Dueñas señala un fenómeno que preocupa: la "simetrización" entre adultos y niños. "Hay una tendencia creciente de muchos padres a ser amigos de sus hijos, lo que puede resultar problemático. Los niños y adolescentes necesitan adultos disponibles que puedan poner límites, contener y acompañar, no pares", advierte. 

La especialista también menciona que esta pérdida de asimetría puede generar una inversión de roles en algunos hogares, donde son los propios hijos quienes toman las decisiones, lo cual afecta la construcción emocional y subjetiva de las nuevas generaciones. "Para criar a un niño, se necesita una figura adulta con poder saludable, capaz de acompañar el proceso de crecimiento sin perder autoridad", subraya. 

Finalmente, Dueñas reivindica el valor del rol paterno, sin importar quién lo ejerza, como una pieza clave para el bienestar emocional y psíquico de los niños. "El padre, en cualquiera de sus formas, es quien ayuda a los niños a salir del apego absoluto con la madre y abrirse al mundo. Puede ser el padre biológico, adoptivo o cualquier adulto comprometido con este rol", concluye. 

De esta manera, el Día del Padre se convierte no solo en un momento para regalar, sino también para reflexionar sobre la importancia de este rol, esencial para el desarrollo de la autonomía y la salud emocional de los niños y adolescentes. 

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