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CURIOSIDADES
13 de junio de 2025
Un can callejero se robó el show en un partido del Mundial de 1962 y terminó siendo adoptado por una estrella del fútbol.
Mientras el mundo miraba el duelo entre Brasil e Inglaterra en el Mundial de Chile, un inesperado protagonista irrumpió en la cancha: un perrito callejero que no solo interrumpió el partido, sino que dejó su marca en la historia.
El animal, ágil y desinhibido, esquivó a los jugadores, jugueteó con el arquero inglés Ron Springett y hasta le hizo un gambeta al mítico Garrincha.
Pero su momento cumbre llegó cuando el delantero Jimmy Greaves intentó atraparlo: el perro, en un acto de rebeldía canina, le orinó la camiseta ante la risa de los espectadores.
Lejos de ser sacado del estadio, el perro conquistó el corazón de Garrincha, quien lo adoptó y lo llevó a vivir a su casa en Pau Grande. Lo bautizó "Bi", en honor al segundo título mundial de Brasil, conseguido ese mismo año.
El can se convirtió en mascota oficial de la selección brasileña y acompañó a Garrincha por años, siendo testigo de su gloria y declive. Hoy, su hazaña sigue siendo recordada como una de las anécdotas más divertidas de la historia de los Mundiales.