Lunes
23 de Junio de 2025
NACIONALES
22 de abril de 2025
Se trata de Molinos y Unilever, el resto no suspendió la suba.
Mientras el Gobierno mileísta celebra un dólar que se disparó poco, artificialmente sostenido por la deuda con el Fondo Monetario (FMI), hay un mercado que le cree menos o al menos duda de la estabilidad cambiaria que venden los libertarios: es que, a pesar del ruego del ministro de Economía, sólo dos empresas pusieron en suspenso las listas de precios con aumentos que enviaron a los supermercados. El gigante Molino Cañuelas, con deudas con el Estado, no se baja del 9%.
El resto aún no definió como seguir, pero se han dividido en dos grandes grupos: los que resisten sin ceder aumentos, y aquellos que, ante los datos de catástrofe que muestra el consumo masivo, piensan si habrá caídas mayores de la demanda con precios más altos.
Hay dos casos emblema, según la información a la que accedió Página 12. Por un lado, Molinos Río de la Plata y la multinacional Unilever, por pedido oficial, suspendieron de manera momentánea las listas, con aumentos de hasta el 12 por ciento. Por otro, un gigante del aceite y las harinas, Molino Cañuelas, se niega a bajar los aumentos de hasta el 9 por ciento que mandó a las grandes cadenas.
Este caso es curioso, porque la firma de la familia Navilli, que tiene el 23 por ciento del negocio de los farináceos, fabrica galletas como el 9 de oro y el aceite Cañuelas, tiene un proceso de quiebra y deuda con el Banco Nación. Según fuentes que conocen el paño, es ése uno de los temas que la motivan a aumentar precios. También el nivel de consumo, que está desplomado y sin perspectivas de reponerse en abril.
En las últimas horas, Caputo incrementó en este escenario de intento de control de precios el llamado a empresas para que vuelvan atrás con las listas. Y aceleró con pedidos a supermercados y mayoristas para que se sostengan en la posición de rebotar aquellas listas de empresas que insisten con las subas. Incluso les ordenó a funcionarios nacionales que salgan en redes con una postura que, en realidad, es una contradicción: que marquen que no hay devaluación pero que, a la vez, le pidan a la gente que no les compre a empresas que aumentan.
Curioso si la idea era dejar en claro que la devaluación no se fue a precios. Lo hicieron los laderos del ministro, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y hasta el propio Milei utilizando una caricatura de Nik en la que se pedía que no les compren a las empresas que suben los precios.