Como se preveía y función de lo aberrante del caso, la fiscal Ana González de Pacce dispuso este miércoles la prisión preventiva a Benjamín Castillo, el joven de 18 años detenido desde el 21 de marzo por la siesta por el femicidio de Sol Gómez Montiel, de 13 años, en Fontana.

Fue imputado formalmente por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por haber sido cometido en un contexto de violencia de género (femicidio), lo que podría significar una condena de prisión perpetua.

Sol había salido de su casa para dirigirse a kiosco cercano para comprar gaseosas y pan para el almuerzo pero pocos inmuebles después vive Castillo y se investiga cómo la adolescente llegó hasta el lugar.

Si bien sus familiares realizaron la denuncia y salieron a buscarla a los pocos minutos que no volvía, lamentablemente no pudieron encontrarla con vida.

Las primeras pericias revelaron que Sol presentaba signos de violencia en la cabeza y el tórax, y se investiga si el agresor intentó ahorcarla previamente. Se sabe que utilizó un elemento contundente para matar a su víctima.

La imputación por homicidio doblemente agravado se basa en la alevosía, entendida como el actuar sobre seguro para evitar la defensa de la víctima, aprovechándose de su vulnerabilidad.

Si bien Castillo se negó a declarar tras su detención, la fiscalía continúa recabando pruebas y testimonios para esclarecer los detalles del femicidio.

“Hay un denominador común en todas las testimoniales de Virginia Castillo madre del imputado, de la tía Lorena Castillo, de su hermano Gustavo Castillo, que en todo momento Benjamin quería escapar, poniendose su mochila y luego huir por el techo, logrando impedir que las mismas se retiren del lugar, es decir son varias versiones que afirman que Benjamin quiso escapar, luego entorpecer el accionar de la justicia”, señala la fiscal en su fundamento para marcar que el acusado pretendía fugarse para no responder a su delito.