El presidente iraní, Masud Pezeshkian, echó a Shahram Dabiri, uno de sus vicepresidentes, del Gobierno después de que se conociera una foto en la que se lo ve disfrutando de un costoso viaje en la Antártida Argentina. Según trascendió, visitó Tierra del Fuego y desde allí se embarcó hacia el continente blanco en una lujosa travesía.

El mandatario calificó como “injustificable e inaceptable” la conducta del funcionario que estaba encargado de los asuntos parlamentarios, en un momento en que la hiperinflación y la crisis económica asfixian a los ciudadanos iraníes. Por lo tanto, durante la mañana de este sábado, lo desvinculó de su cargo.

La foto que desencadenó el escándalo fue publicada en redes sociales en los últimos días. En la misma se lo ve a Dabiri junto a su esposa, posando delante del Plancius, un crucero que desde 2009 ofrece expediciones de lujo a la Antártida. La imagen fue compartida desde la cuenta de Instagram @sholehem, que pertenecería a la pareja del exvicepresidente.

 “En un contexto en el que la presión económica sobre la población sigue siendo alta (...), los viajes recreativos costosos de los responsables, incluso si corren con sus propios gastos, no son defendibles ni justificables”, expresó el presidente iraní en una carta publicada por la agencia oficial Irna.

“Nuestra larga amistad y sus invaluables servicios en la Vicepresidencia de Asuntos Parlamentarios no impiden que se priorice el cumplimiento de la honestidad, la justicia y las promesas hechas al pueblo”, agregó al informar su destitución del cargo.

Después de la viralización de la foto, el pasado 26 de marzo la agencia Irna, citando a “un miembro del despacho” de Dabiri, aseguró que el viaje se había realizado cuando el funcionario “no tenía responsabilidades” gubernamentales. Sin embargo, el gobierno fue duramente criticado y varios partidarios de Pezeshkian pidieron la destitución del vicepresidente.

Shahram Dabiri, de 64 años y médico de profesión, había sido nombrado en el cargo en agosto de 2024 y mantenía un estrecho vínculo con el presidente. En la foto se lo observa junto al lujoso crucero que, según la descripción hecha por agencias de viajes, cuenta con unas cincuenta cabinas, un restaurante y puede alojar un máximo de 108 pasajeros. Se estima que un viaje de ocho días en el Plancius puede costar unos 4.000 dólares por persona.