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31 de Marzo de 2025
ACTUALIDAD
28 de marzo de 2025
Se investiga si el femicida actuó solo o tuvo cómplices.
La investigación en torno al brutal femicidio de Sol Selena Gómez Montiel, la niña de 13 años asesinada el viernes, toma un nuevo giro. Si bien Benjamín Andrés Castillo, de 18 años, permanece detenido e imputado por el crimen, tanto la querella como la fiscalía no descartan la participación de otras personas en el hecho. Esta hipótesis se sustenta en testimonios y elementos que sugieren que Castillo no actuó solo.
El abogado de la familia de Sol, Juan Arregín, reveló en Alerta Urbana en una entrevista con Gustavo Olivello que varios testigos han declarado haber visto a Castillo en compañía de otras tres o cuatro personas antes del crimen. Además, se espera que el análisis del teléfono celular del imputado arroje luz sobre sus comunicaciones y posibles vínculos con otros individuos.
La abuela de Sol, Julia Patricia Montiel, y su tía, Yuliana Ugarte, también aportaron lo que ocurrió hace una semana.
EL LUGAR DE LA CASA DE CASTILLO
Un dato significativo que surge del testimonio de la abuela y la tía de Sol es la ubicación de la vivienda de Castillo. Según relataron, el kiosco al que Sol fue a comprar se encontraba antes de la casa del imputado en la misma cuadra. Esto descarta la posibilidad de que Sol haya sido interceptada en el camino de regreso a su hogar, ya que Castillo vivía más adelante.
Julia Montiel explicó que envió a su nieto a buscar a Sol al kiosco y, al no encontrarla, fue ella misma quien se dirigió al lugar. Marcos Miguel Rodríguez, el kiosquero, confirmó que Sol había estado allí alrededor de las 13:40, comprando una gaseosa y mayonesa, y que regresó a su casa brevemente para preguntar qué sabor de gaseosa querían. Volvió al kiosco por segunda vez, pero nunca regresó a su hogar.
EN CINCO MINUTOS ME CAMBIARON LA VIDA
La desesperación de la familia al notar la ausencia de Sol fue inmediata. Yuliana Ugarte salió a buscarla al kiosco apenas un minuto y medio o dos después de que la niña regresara a su casa por segunda vez. Al no encontrarla, Julia Montiel se sumó a la búsqueda, preguntando a los vecinos y recorriendo la zona.
El testimonio de Julia es desgarrador al recordar el momento en que una vecina le sugirió buscar a Sol en la casa de Benjamín Castillo. "Voy y golpeo la puerta y el asesino sale descaradamente y me dice, 'Sí, yo la vi a su nieta, pero se iba para la esquina con la gaseosa y la mayonesa sí llevaba'", relató la abuela, evidenciando la frialdad y el engaño del imputado.
Julia describió cómo Castillo le impidió ingresar a su vivienda con la excusa de que iba a cerrar la puerta para que no se escapara su gato, mientras Sol probablemente ya estaba sin vida en el interior. "En 5 minutos me cambiaron la vida", expresó con profundo dolor, resumiendo la rapidez con la que se desencadenó la tragedia.