Desde que se dio la alarma por parte del Gobierno informando sobre una catástrofe natural en Bahía Blanca, las Fuerzas Armadas dieron comienzo a un operativo de emergencia que incluyó el despliegue de efectivos y vehículos especializados, la coordinación con los agentes de seguridad nacionales y municipales, y la planificación de una estrategia para rescatar asistir a los damnificados.

Como es habitual en este tipo de casos, se activó el Comando Conjunto de Zona de Emergencia, un cuerpo especializado en el que actúan la Fuerza Aérea, el Ejército y la Armada.

Se trata del comandante de la División de Ejército Nº 3 y fue elegido para este puesto, justamente, porque es quien lidera el cuerpo militar más cercano al lugar de los hechos.

En la terminal de ómnibus de la ciudad los uniformados instalaron un centro de operaciones desde donde monitorean las misiones que se llevan adelante.

Ayudaron en la evacuación de personas y alojándolas en el cuartel militar que se encuentra en Bahía Blanca, donde también se elaboraron y distribuyeron raciones de comida tanto para ellos como para civiles autoevacuadas.

También se instaló un Puesto Comando Móvil para coordinar las tareas y se pusieron a disposición camiones Oshkosh, que pueden circular por caminos de difícil acceso.

Durante el fin de semana, el Ejército también apoyó con el traslado de vehículos al personal de la empresa de electricidad de la zona; se puso al frente del almacenamiento y organización de ayuda humanitaria previa a su distribución, e hizo un reconocimiento del estado de puentes de la zona afectada. Para avanzar en conexiones que permitan llegar a más vecinos aislados.