Laura Soria y Clever Morelli, los policías que hicieron posible el rescate, reaccionaron rápido al escuchar el pedido de ayuda de una familia. “Al momento, fue instintivo correr hacia el lugar donde provenían los gritos”, dijo Morelli.

Soria y Morelli estaban apostados en la parte alta de una edificación llamada “El Hongo”, como parte de su guardia policial. Desde el lugar se tiene mejor y mayor visibilidad sobre lo que ocurre en el río. Fue entonces cuando escucharon los gritos de una familia que estaba más cerca del cauce. “Rápidamente, bajamos corriendo y pudimos ver a una nena de unos seis años, más o menos, que era arrastrada por la corriente, gritando y haciendo ademanes con sus manos”, dijo Soria a Cadena 3 Rosario.

Una vez en el cauce y cerca de la nena, fue Morelli quien pudo agarrarla. “Mi compañero logró alcanzar a la nena, sujetándola del brazo, y subiéndola. Y así la recibí”, dijo Soria. “Corrimos a la orilla del río y pude llegar primero. Fue un momento de tensión”, recordó Morelli. En la maniobra de rescate y en la gestión de las emociones, la paternidad del funcionario influyó. “Tengo un nene de ocho años. También le gusta bastante el agua. Así que sé lo que es pasar por eso”, dijo.

Tras sacarla del agua, se enfocaron en brindarle contención emocional y en tranquilizarla. Luego, hicieron lo mismo con la familia. “Se te pasa cualquier cosa por la cabeza en ese momento.