Vélez le ganó por 1-0 a Independiente en el estadio Ciudad de Lanús, en el marco de los cuartos de final de la Copa Argentina 2024. El puntero de la Liga Profesional se enfrentó a uno de los rivales que más lo complicó últimamente pero fue letal para lograr su primer pase a las semifinales en la era moderna del certamen, donde esperará por Boca o Gimnasia.

El conjunto de Julio Vaccari logró en el primer tiempo maniatar al Fortín de Gustavo Quinteros. Lo anticipó en el medio con mucha entrega física, con David Martínez e Iván Marcone como centro de operaciones le peleó la pelota y, aunque falló en la generación, tuvo más chances de peligro en un desarrollo muy luchado: un cabezazo desviado de Gabriel Ávalos y un disparo de Felipe Loyola que tapó Tomás Marchiori.

El Fortín intentó apostar a sus individualidades en una tarde en la que se le complicaba asociarse, pero estuvo lejos de su mejor nivel aunque fabricó la más clara: un mano a mano de Braian Romero tras un jugadón de Claudio Aquino que salvó en la línea Joaquín Laso.

Ávalos volvió a avisar de cabeza tras el descanso, pero poco después avanzó en el área Francisco Pizzini y lo bajó Laso, quien zafó de la segunda amarilla pero no del penal. Antes, Fernando Rapallini ya le había perdonado la vida a Lucas González por un planchazo a Thiago Fernández. A los nueve minutos, Aquino disparó a la derecha de Rodrigo Rey, quien tapó el remate pero no pudo evitar que Pie de Ángel lo liquidara de rebote.

Con los de Liniers más desatados, Elías Gómez puso en aprietos a Rey, pero después Marchiori debió responder ante un tiro que se desvió de Santiago Montiel. Vélez logró luego llevar el desarrollo a su antojo, sin más sobresaltos y hasta dándose el lujo de cambiar media defensa, con el regreso de Damián Fernández tras una larga ausencia por una fractura, y hasta de hacer debutar a Francisco Montoro, delantero de 20 años. Los cambios de Vaccari no lograron mayor profundidad ni reacción para el Rojo, que en la última se lo perdió con una pifia de Montiel.

Por muy poco y sin brillar como en otras veladas, Vélez seguía imparable y cada vez más sólido, mientras que a Independiente se le escapó por poco para romper una racha invicta de ocho partidos y quedarse sin uno de sus objetivos del semestre.