El Gobierno decidió elevar los niveles de alerta de seguridad nacional ante la escalada de violencia registrada en Medio Oriente entre Israel y el Líbano con el objetivo de preservar a las instituciones de la comunidad judía en la Argentina como así también algunas representaciones diplomáticas argentinas en el exterior.

En concreto, y según pudo saber TN de distintas fuentes oficiales, se ordenó elevar los niveles de seguridad en la embajada de Israel en la Argentina, en instituciones como la DAIA y otros edificos de la comunidad judía.

Lo mismo sucedió con embajadas, consulados y representaciones diplomáticas de la Argentina en países que puedan llegar a ser blanco de ataques; como así también sobre representantes diplomáticos extranjeros de esos países que cumplan misión en nuestro país.

No hay una amenaza latente ni inmediata, pero desde el Gobierno han tomado esta decisión dado el fuerte acercamiento que Javier Milei viene expresando hacia Israel en cada foro y organismo global en el que tenga oportunidad.

El desencadenante de esta medida fue el fuerte ataque israelí sobre el cuartel general del Hezbollah en Beirut, la capital de El Líbano, que tenía como objetivo alcanzar al líder del grupo terrorista chií, Hassan Nasrallah.

El bombardeo contra las posiciones libanesas no tienen precedente en esta reciente escala de los últimos meses y ha desatado una ola de declaraciones y amenazas alrededor del mundo.

Irán, principal aliado y financiador del grupo terrorista Hezbollah, declaró que este ataque israelí significa un “cambio en las reglas” del conflicto, sin precisar a qué hacía referencia.

Estados Unidos y Occidente miran con máxima preocupación una escalada que parece incontrolable, al punto que en reiteradas oportunidades el presidente norteamericano, Joe Biden, pidió frenar la tensión y buscar una salida para un cese del fuego en la frontera entre Israel y el Líbano.