Las Fuerzas Especiales de la Policía (FAES) no perdonan, ni siquiera a los periodistas de la revolución. El fiscal bolivariano ha ordenado la captura de nueve agentes, incluidos dos jefes, de los "batallones de exterminio" del chavismo, tal y como los considera Naciones Unidas.

Tarek William Saab, jefe del Ministerio Público al servicio del 'hijo de Chávez', les considera responsables del asesinato de Víctor Torres, hijo del dueño de Guacamaya TV, una pequeña televisión afín al Gobierno, y del periodista Andrés Eloy Zacarías, "comunicador popular" según se le atribuye en su medio, además de activista del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Los hechos tuvieron lugar la semana pasada en la sede regional de la emisora, en Cabimas, municipio del estado fronterizo del Zulia. La ONG Espacio Público denunció desde el primer día la acción de los cuerpos armados, que acusaron falsamente a los dos jóvenes de pertenecer a una banda de delincuentes.

"Se trata de un vil asesinato, donde fueron ajusticiados dos inocentes. La gente de la comunidad está dispuesta a declarar", denunció Franklin Torres, padre de una de las víctimas. Tal y como suelen hacer en sus operativos, los agentes de las FAES sustrajeron los equipos de la televisión. Un "saqueo", según la denuncia efectuada por el canal.

Los investigadores han demostrado que las dos víctimas estaban arrodillados o sentados. A ambos les dispararon desde 4 a 6 metros, lo que refuerza la hipótesis del ajusticiamiento.

La rápida intervención del fiscal, que habitualmente hace oídos sordos a los crímenes de las FAES, se relaciona con la militancia política de ambos asesinados. Saab señala como cómplices a un comisionado y un supervisor jefe de las FAES, porque "difundieron la primera minuta oficial simulando un hecho punible de que había ocurrido un enfrentamiento con una banda de asesinos".

En un ejercicio de total impunidad, el modus operandi de las FAES repite lo sucedido en Cabimas, protagonizando ejecuciones extrajudiciales. Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha reclamado la disolución de este cuerpo, que hasta ahora ha contado con el pleno apoyo de Maduro. "Todo el apoyo operacional y logístico para ustedes, en su labor diaria de darle seguridad al pueblo de Venezuela. ¡Viva las FAES!", gritó Maduro el año pasado en defensa de sus agentes tras las acusaciones de la ONU.

Sólo en el primer trimestre de este año se produjeron 357 ejecuciones, la mayoría protagonizadas por estas fuerzas especiales. Desde su creación en 2017, las FAES han llevado a cabo centenares de operaciones indiscriminadas. Las ONG de derechos humanos las consideran principales responsables de las miles de ejecuciones que ha sufrido el país.

Fuente: elmundo.es