No es una novedad la informalidad con la que se maneja la organización del torneo de Primera División de fútbol. Es que, según circuló, la máxima categoría podría estar conformada por 30 equipos a partir del año que viene. Es decir que no habría descensos y a los 28 equipos actuales se les sumarían 2 más.

Según explicó, la idea del presidente Claudio “Chiqui” Tapia es que en 2025, ya con los 30 clubes en la A, se armarían dos torneos: Apertura y Clausura. Ambos estarían divididos en dos zonas de 15 equipos. También habría fecha de clásicos. Avanzarían a octavos los 6 primeros de cada tabla, y los primeros dos accederían directamente a cuartos de final.

El nuevo formato incluiría fecha de clásicos y la noticia sobre la supuesta medida no sorprende. La gestión de Chiqui Tapia respecto de la cantidad de clubes en Primera no es nueva, y de hecho se ha ido implementando con el tiempo, desde los años de reinado de Julio Grondona al frente de la AFA, aumentado paulatinamente año tras año.

Un torneo con tantos equipos no es sano para la máxima categoría del fútbol argentino. Las grandes ligas, esas que son élite y ejemplo para el resto del mundo, cuentan con una cantidad escueta: 20 en total. Es una forma de mantener la competitividad, logrando que no ascienda cualquier cantidad de equipos y que el filtro sea mucho más rígido. Los últimos dos o tres descienden, dejándoles el lugar a los primeros tres de la Primera B.

La ecuación, sin embargo, es clara. Con las elecciones por la presidencia de AFA a la vuelta de la esquina, ser más permisivos con el ascenso de equipos lo coloca a Tapia en una situación bondadosa y solidaria. Bondad a cambio de lealtad, claro.

CONTRADICTORIO

Lo curioso es que esta idea, que los usuarios en las redes sociales piden a gritos, y que despierta el enojo contra el mandatario de AFA y la organización del fútbol nacional en general, era esgrimida por el propio Chiqui Tapia hace un tiempo. Es decir, el hombre de Barracas Central también consideraba que la propuesta de tener muchos equipos en Primera era contraproducente. Un video suyo lo demuestra. Evidentemente, cambió de opinión.