Una mujer de nombre Julieta, habitante de la localidad 9 de Julio declaró ayer ante la prensa datos que alimentan la teoría de la venta de menores en Corrientes.  La mujer dio testimonio que contradice lo que declaró el comisario Walter Maciel ante la Justicia, pero también contó que existe un caso comentado en el pueblo sobre una mujer que vendió su hijo y en el que Victoria Caillava habría hecho los papeles de la transacción. “Se dice que una mujer vendió a su hijo y se diceque Victoria Caillava habría hecho los papeles”, relató a la prensa.

Este dato, se suma a otros que alimentan la hipótesis de que el niño fue raptado para ser vendido en el exterior. Es que este no sería el primer caso en Corrientes.

La venta de menores tiene mella en Corrientes desde hace tiempo. Existen casos testigos, como el de Alicia Enríquez, una menor que después de dar a luz, denunció el robo de su bebé en una clínica de Corrientes y por la que se investigó a una enfermera.

El caso de Alicia Enríquez, hacía indicar que era uno más de los tantos que fueron sacados a la luz en 1994 por una investigación periodística del diario Clarín titulada: “Bebés, se venden” y que develaba “como y quienes trafican niños en Corrientes. La trama secreta del negocio más infame”.

 Los casos revelados en esa investigación que llevó meses tienen nombre y apellido de víctimas y también de culpables, y de parejas que, hasta desde Alemania, llegaban a Corrientes para “comprar” el hijo que no podían tener de manera natural. La Justicia provincial, ni la federal, por ese entonces a cargo de Vicente Soto Dávila, avanzó. Los casos de Corrientes, Esquina, Goya, General Paz, Pueblo Libertador, Sauce y otras localidades del interior provincial quedaron impunes.
 
Quienes terminamos entonces ante la Justicia fuimos si los periodistas, a quienes se pretendió obligar a revelar sus fuentes, y la religiosa Martha Pelloni, quien desde su lugar en el Colegio Santa Teresa de Goya había sacado a la luz algunos casos. Los responsables del robo y venta de esos recién nacidos, 8.000 dólares era el precio más habitual, y sus apropiadores a cambio de dinero, siguieron su camino como si nada hubiera sucedido.

CONTRADICE A LA DECLARACIÓN DE MACIEL

Julita también dijo ayer que el día que Loan Peña desapareció, vio “al comisario Walter Maciel y a otro policía de apellido Fernández a las 14.30 horas almorzando en la Fiesta de San Antonio hasta al menos 15.40”.

El testimonio a la prensa contradice lo que declaró  el comisario Maciel en la Justicia, donde aseguró que “entre las 13 y 13.30 estuvo en el almuerzo comunitario hasta antes de las 14.30. Luego se fue a su casa, se bañó y se acostó a dormir la siesta hasta las 15 horas, momentos en el que el jefe del Cuartel de Bomberos lo busca en su casa”.

Julieta aseguró en su testimonio que le llamó la atención la tranquilidad de Maciel, porque a esa hora los vecinos ya sabían de la desaparición de Loan por los estados de WhatsApp que circulaban entre los vecinos.

Otro dato que no condice con lo que comentó la mujer es el horario en el que Maciel se habría enterado de la desaparición del niño. Maciel declaró que se anotició de la desaparición de Loan a las 15.30, cuando la mujer asegura que “casi todo el pueblo se enteró de la desaparición del nene antes de las 14.30”

En otro tramo, la mujer aseguró que ella intentó dar su testimonio.  “Yo me acerqué al Hotel donde estaba parando la fundación Dupuy para pedirles a esto ayuda y que me asesoren con quién tenía que declarar esto. Llego al hotel y  justo estaba personal de Prefectura porque ese querían sacar a Camila y Macarena del hotel. Nos pararon”.

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