Fazal Choudhary ingresó el pasado 24 de enero en el módulo 12 de la cárcel de Estremera, considerada de presos conflictivos. Normalmente, todos los reclusos durante sus primeras semanas encarcelados se encuentran acompañados por un preso veterano para facilitar su integración en prisión.

El crimen se habría producido sobre las 02.30 de la madrugada de este jueves. Unas horas antes, sobre las 21.30/22.00 horas, los funcionarios de prisiones habían realizado la ronda de recuento nocturno y no habían detectado ningún problema dentro de la celda de Hussein.

Tampoco durante las revisiones nocturnas que se realizan para comprobar que todo está en orden se percibió ningún disturbio. Ha sido el propio Hussein, explican a elmundo.es fuentes penitenciarias, quien ha utilizado el intercomunicador para contar a los funcionarios de lo que había hecho. Con pasmosa tranquilidad, explican, les ha transmitido: "Os aviso de que he matado a mi compañero". Fazal y Asenov no había tenido ningún problema de convivencia y jugaban regularmente a la ajedrez para entretenerse.

Las fuentes consultadas por este diario explican que Hussein habría usado un objeto contundente para agredir a su compañero, pero no estaba claro si se trataba "de una pesa de gimnasio, un objeto de fabricación artesanal que haya podido hacer con material de la propia celda u otro tipo de objeto".

Los investigadores han estado recabando pruebas en la celda hasta las 9:30. Ahora, Hussein ha sido trasladado a una celda de aislamiento.

Fuentes sindicales consultadas por este periódico critican que no hubiera sido ingresado en otro lugar dada su peligrosidad. No hay constancia de que el supuesto homicida tuviera ninguna enfermedad mental, ya que no tenía ningún protocolo específico.

El asesinato está siendo investigado por el grupo de Homicidios de la Policía Judicial de la Comandancia de madrid. El presunto criminal se encuentra aislado en una celda y no va a ser trasladado a dependencias del Instituto Armado.

CONFESIÓN

Hussain Fazal Choudhary fue arrestado el 22 de enero tras entregarse en dependencias de la Guardia Civil y confesar que había matado a los tres hermanos de Morata de Tajuña. Los cadáveres de Amelia, Ángeles y Pepe, de entre 72 y 79 años, fueron hallados el 18 de enero con signos de violencia.

Sin embargo, según relató en sede judicial, los había matado el 17 de diciembre con una barra de hierro, es decir, un mes y un día antes de que sus cuerpos fueran encontrados con quemaduras y en proceso de descomposición.

Fazal, apodado El Negro, era el dueño de un locutorio en Arganda donde acudían las hermanas a enviar dinero a unos supuestos novios americanos con los que mantenían un romance a distancia. Allí se conocieron y, según fuentes de la investigación, las hermanas convencieron a Fazal para que les prestara unos 30.000 euros con la promesa de devolverles el doble de esa cantidad.

A finales de 2022, el dueño del locutorio se marchó a vivir en una habitación de la casa de las hermanas como pago por el dinero que le debían.

PRIMERAS AGRESIONES

A principios de 2023 ya hubo un primer enfrentamiento por dinero entre Amelia y el pakistaní en el que el hombre le arrancó un pendiente de una oreja. Y en febrero de 2023 se produjo otro incidente más grave. El hombre golpeó con un martillo en al menos tres ocasiones la cabeza de Amelia y le propino una patada cuando esta cayó al suelo.

Dilawar fue detenido y el juez decretó su ingreso en prisión preventiva a finales de febrero de 2023. Abandonó el presidio en septiembre de 2023 tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía de 2 años de prisión y una orden de alejamiento de la víctima durante 2 años y medio. Una condena que le permitió solicitar la suspensión de la pena y abandonar la cárcel.