El Gobierno define por estas horas el futuro del impuesto a los combustibles líquidos lo que podría derivar en una nueva suba de las naftas y el gasoil, que en los últimos dos meses aumentaron -en promedio- un 155%.

Es que mañana vence el último decreto de prórroga que congeló el tributo en $27,6 desde octubre de 2022. 

Un incremento del 100% podría impactar en una suba de precios del 25% en el surtidor; en tanto que las empresas aseguran que el traslado a los consumidores será inmediato. 

En el equipo económico analizan esta posibilidad como una de las alternativas para financiar el retiro del capítulo fiscal de la ley ómnibus.

Luego de subas que ya superan el 80% desde el comienzo del gobierno de Javier Milei, este jueves 1 de febrero los combustibles podrían tener un nuevo incremento en los precios al consumidor. 

Esto podría suceder si el Gobierno decide no prorrogar el congelamiento del impuesto a los combustibles líquidos que rige desde octubre del año pasado y fue prorrogado en distintas ocasiones.

“Es un alternativa que está en análisis”, reconocen fuentes del equipo económico ante la consulta de Ámbito. 

Según un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el valor real del monto fijo del tributo descendió un 85% entre diciembre de 2018 y diciembre de 2023. Con este escenario, la recaudación mensual por el impuesto en cuestión descendió un 77% real en cinco años.

Según los cálculos del Iaraf un incremento del 100% en el impuesto podría impactar en subas del 25% en el surtidor por lo que el litro de nafta súper podría saltar de los 800 pesos actuales a cerca de 1.000 pesos. 

A esto se suma que las empresas insisten que todavía no alcanzaron los precios de paridad de exportación y ya avisaron: irá directo al consumidor.