Se trata de la oficial Jésica Peña y su detención se produjo luego de la de su pareja, Luciano Andrada, también policía pero de la localidad de Bell Ville, en la provincia de Córdoba.

La jefe Antinarcotráfico, supuestamente, tendría una participación menor en la organización narco cordobesa pero al ser oficial de policía, dedicada a combatir ese tipo de delito, agrava y mucho su situación.

La información periodística marca que todo comenzó a desencadenarse el último fin de semana de abril, luego de un llamado de vecinos de Villa María, del barrio Lamadrid, al 101.

A los vecinos, según trascendió, les sorprendió ver como hombres cargaban en un auto plantas de marihuana y decidieron hacer la denuncia a la policía, que cuando llegó al lugar se encontró con un laboratorio para procesar la droga.

El puesto clave de la oficial Peña, según se desprende de la investigación, era clave porque en su oficina recaían todas las denuncias y sospechas de tráfico de drogas, ubicándose en un sector de privilegio para el manejo del delito.

Además, se habría secuestrado gran cantidad de droga, por lo cual, se especula que era una organización que se dedicaba a la venta en gran escala.

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