El viernes, una joven travesti, Fabiola Pamela Ramírez, fue encontrada dentro de una vivienda sin vida, con un corte en la garganta. Fabiola tenía 22 años y hacía poco que se había ido a vivir sola. El viernes fue hallada sin vida, la justicia catalogó el hecho como “muerte dudosa” pero la familia denuncia que fue asesinada. Hechos de esta naturaleza son moneda corriente en nuestra sociedad y van en aumento, por lo que toda la sociedad debe comenzar a trabajar en la educación de los niños y poner en práctica la empatía y tolerancia hacia los demás. Desde la Secretaría de Derechos Humanos, lanzaron una propuesta de “acompañar jurídicamente a la familia”, de realizar “un acompañamiento psicológico y emocional a la familia de Fabiola”. Además de un reconocimiento “para que se visibilicen situaciones de violencia, agresión, exclusión, discriminación, dificultad en la inclusión del mundo del trabajo que viene atravesando la población trans-travesti”. La comunidad pide que se declare una emergencia nacional en tema de violencia de género y femicidio. Desde la Secretaría de Derechos Humanos “creemos que la declaración de emergencia es una buena posibilidad, pero la exigencia no pasa por la emergencia, hay que dar cuenta de políticas públicas y estructurales”. “El aumento de los femicidios es real, pero no podemos saber cuál es el número previo”, indicó Pérez. El número es mayor “en cuanto al reclamo que se viene visibilizando”. “Lamentablemente la violencia de género es un fenómeno complejo, que implica varias acciones de políticas públicas, la provincial del Chaco está haciendo muchos esfuerzos por tener esa política integral, se ha podido ordenar los equipos que son de emergencia, de atención y seguimiento, de contralor y exigencia, tanto a la institución policial con a la institución de la justicia”, añadió Pérez. Los datos que arroja la plataforma es que son “3.500 víctimas están miradas con atención en la plataforma”. Durante la última década hubo 2.749 femicidios en nuestro país, durante el 2019 hubo 267 femicidios, en 2016 y en 2013 se registró la mayor cantidad con 298 y 295 casos respectivamente. Desde el 1 de enero de 2010 hasta el 31 de diciembre de 2019 se registraron 2.749 víctimas de femicidios, travesticidios y asesinatos de niñas, y 264 víctimas de femicidios vinculados de niños. “Se avanzó mucho en el control de perimetrales, pero falta mucho se dan masivamente y las personas que intervienen necesitan capacitaciones” y “se controla a través del seguimiento”. “Los equipos de seguimiento permiten que cualquier persona llama a los números existentes hay aviso de alerta para controlar el trabajo policial”. Junto con la perimetral, actúa la justicia que “controla si esa medida se cumple”. “Hoy tratamos de avanzar con la policía, el año pasado se hicieron propuestas de cambio e hicimos una capación en cada comisaría de la provincia”, indicó Pérez. En los últimos cuatro años se produjeron 1.139 femicidios, 320 muertes violentas el año pasado en el país, tan solo en 2.019, murieron 133 mujeres por violencia de género, “el botón antipánico no ha sido el mejor resultado”, “se ha implementado un sistema dual de una pulsera con el botón antipánico”, “que siga esa herramienta, pero necesitamos monitorear el lugar físico donde está el victimario”. Pérez dijo que una evaluación demuestra que “los botones anti pánico no han dado buenos resultados”. Motivo por el que se lanzó “un sistema dual nacional”, que es pulsera y botón anti pánico, que permita “monitorear el lugar físico del victimario”. Hay solicitudes de 350 botones anti pánico “se va a mantener botones, de va alargar una app, que se descarga en el teléfono con rastreo de la zona”. “Se va a iniciar el uso de las pulseras anti pánico, la idea del sistema dual es que los violentos tengan la pulsera y las víctimas el botón”, “cuando hay una denuncia de violación de la perimetral hay que detenerlo”, “la violencia de género está enraizada a una cuestión cultural e histórica, y para bajar este fenómeno hay que formar ciudadanos que sean menos violentos y por otro lado tener un sistema que atienda desde salud mental a los violentos”, “este tratamiento no se pensaba en salud mental, esto de que el tratamiento no tenga que ver con lo judicial, que tenga que ver con lo social, la idea es que lo vea como una necesidad”. “Desde mi secretaría considero el tratamiento de ‘les niñes’, las medidas civiles, régimen de visitas tiene que estar incluidos en la misma mirada porque los niños son víctimas de la situación de violencia y está demostrado que si se cría en una situación de violencia repite el patrón en la adultez”, finalizó Pérez.