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28 de Octubre de 2025
INTERNACIONAL
28 de octubre de 2025

La mujer declaró que le dio un sedante y le cortó la garganta para cumplir lo que describió como un “deseo de muerte” del joven.
Una mujer estadounidens, Katie Austin Lee, de 40 años, confesó que drogó y asesinó a su hijo Austin Dean Pikaart, de 17, apenas un día antes de que cumpliera 18 años. El brutal crimen ocurrió en la ciudad de Holland, Michigan.
La mujer declaró ante la Justicia que le suministró una “sustancia que altera la mente” y luego le cortó las muñecas y la garganta. Además, aseguró que cometió el crimen porque el joven “no quería llegar a la mayoría de edad”.
El miércoles 22 de octubre, Lee se presentó ante el Tribunal del Condado de Ottawa y se declaró culpable de homicidio en segundo grado, tortura y resistencia a la autoridad. Entre lágrimas, Lee reconoció su responsabilidad y aceptó un acuerdo de culpabilidad que la llevará a pasar entre 60 y 90 años en prisión.
El llamado al 911 y la confesión del crimen
El caso salió a la luz el 21 de febrero a las 4:15 de la madrugada, cuando Lee llamó al 911 desde su departamento en el complejo Bay Pointe Apartments.
“No puedo lograr que mi hijo deje de respirar”, le dijo a la operadora, según consta en los documentos judiciales. Ante la confusión, la operadora le preguntó: “¿Que no puede dejar de qué?”. Lee respondió que llevaba un tiempo intentando detener la respiración de su hijo porque él “no quería cumplir 18 años”.
La declaración ante el juez y la condena que enfrentará
Durante la audiencia, el juez Jon Hulsing le advirtió a Lee que, al aceptar el acuerdo, no podrá solicitar la libertad condicional hasta que supere los 100 años de edad. La mujer, visiblemente afectada, aceptó las condiciones entre lágrimas.
La sentencia definitiva se dictará el 19 de enero.
El recuerdo de Austin y el dolor de la familia
En medio del dolor, la familia de Austin lo recordó como un joven “cariñoso, divertido y amante de los videojuegos y todo lo relacionado con el espacio y las galaxias”. Su tía, Alisa Pikaart, organizó una colecta para costear los gastos y expresó el deseo de la familia de lanzar sus cenizas al espacio como homenaje final.
“Fue un honor haberlo conocido y lo vamos a extrañar profundamente”, escribió su tía en la campaña solidaria.