La Cámara 5ª del Crimen de Córdoba condenó a tres años y medio de prisión a Antonio Quinteros, el hombre que mató al novio de su hija cuando intentaba defenderla de una agresión a golpes. El jurado entendió que actuó en exceso de legítima defensa.

El hecho ocurrió el 27 de junio de 2024 en el barrio Las Polinesias, en el límite con Mendiolaza, durante una violenta discusión entre Brenda Quinteros y su pareja, Alejandro Luna.

Al escuchar los gritos, Antonio pidió a una vecina que llamara a la Policía y salió corriendo con un cuchillo en la mano. Según declaró, su intención era proteger a su hija, que ya había sufrido violencia física en otras oportunidades.
El debate judicial: ¿legítima defensa o homicidio?

El caso llegó a juicio con una acusación de homicidio simple, pero durante el debate surgieron tres posibles calificaciones: homicidio simple, exceso en la legítima defensa y defensa en estado de emoción violenta.

El fiscal de cámara, Marcelo Fenoll, pidió una condena de cuatro años por “homicidio en exceso de la legítima defensa de un tercero”.
El abogado querellante, Franco Patricio Herrera, solicitó 14 años de prisión por homicidio simple.
En cambio, la defensa argumentó que Quinteros actuó bajo un estado de emoción violenta, producto del miedo y del historial de agresiones contra su hija.